AFP-El nuevo ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, espera cooperación de sus pares de los países vecinos, principalmente de Venezuela y Ecuador, cuyas fronteras son especialmente sensibles en temas de seguridad, dijo este lunes.
Pinzón, quien asumió el cargo hace una semana, pese a que reconoció "dificultades" en la frontera con Venezuela, se mostró prudente en ahondar sobre el tema, y en declaraciones a la radio Caracol, de Bogotá, pidió dejar el tema en manos del presidente Juan Manuel Santos y la canciller María Ángela Holguín.
"Ese es un tema delicado", agregó, pero destacó la "evolución" que han tenido las relaciones con Venezuela y Ecuador desde que llegó el presidente Santos al cargo, el 7 de agosto de 2010.
"Nadie puede negar que (la evolución) ha sido favorable", dijo, tras destacar que ahora hay "menos tensión" y que la colaboración "ha empezado a tener resultados".
Anunció que en los próximos días se pondrá en contacto con sus pares de los países vecinos, con el fin de fomentar esa cooperación, de la que dijo "hay que mantener".
"El señor presidente me ha pedido que me comunique con mis homólogos venezolanos, de Ecuador, de otras naciones vecinas, y obviamente (espero) trabajar en una actitud de cooperación. Esa es la actitud que tenemos y es la actitud que tenemos que mantener", puntualizó.
Pinzón recordó que los problemas de frontera "no surgieron hace un año ni cinco, ni diez, es decir, las fronteras, y más la colombiana con Venezuela, son fronteras vivas".
"En nuestro territorio tenemos que trabajarlo con fuerza y con efectividad, pero hay que decir que tenemos que ayudarle al señor presidente y a la señora canciller a tener prudencia en este tema, dejemos este tema en manos de ella", añadió.
Santos logró restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador, que se encontraban suspendidas por denuncias del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) sobre presencia de guerrilleros de las FARC en Venezuela, y tras el ataque de Colombia a un campamento de las FARC en Ecuador, en 2008.
En el bombardeo al campamento murió, entre otras 25 personas, el segundo jefe de las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes.