Testigos aseguran que Vargas suplicó para que no lo mataran, pero sus victimarios no titubearon y dispararon contra él.
La víctima iba a empezar a trabajar en una lunchería y a estudiar carpintería en el INCE.
Vargas fue asesinado a 10 metros de su casa, ubicada en la tercera vuelta del Atlántico, en el sector El Muro de San Martín.