Vickie Jo Mills, una mujer de McConnellsburg, en el estado de Pensilvania en EE UU, admitió que por más de tres años años envenenó a Thurman Nesbitt, colocándole gotas oftálmicas en el agua que este bebía.
Jo Mills que ahora enfrenta cargo penales por asalto e imprudencia temeraria, confesó que colocó las gotas en el agua de Nesbitt en al menos doce ocasiones desde junio del año 2009. La acusada afirmó que le suministraba estas gotas porque quería llamar su atención.
El médico de Nesbitt fue quien realizó la denuncia ante los organismos de seguridad luego de hallar en exámenes praticados a su paciente restos de tetrahidrozolina, una sustancia química que se encuentra en las gotas para tratamientos oftalmológicos que alivian el enrojecimiento y la irritación menor en los ojos pero que ingeridas resultan tóxicas.
Nesbitt sufrió durante años problemas de presión arterial y tenía síntomas como náuseas, vómitos, así como dificultad para respirar.
Con información de Actualidad RT