afp) - El recién reelecto mandatario venezolano, Hugo Chávez,buscará dar la “estocada final” conquistando estados opositores en las regionales de diciembre, cuya campaña empieza el jueves, mientras la oposición quiere consolidarse y superar el revés de las presidenciales, según analistas.
La campaña para las regionales del 16 de diciembre, en las que serán electos 23 gobernadores y decenas de legisladores, estará marcada por un pulso político para demostrar la fortaleza de cada bando: del gobierno buscará profundizar el socialismo y el Estado comunal –la organización del pueblo en consejos comunales–, y la oposición, seguir siendo una opción viable pese a la derrota encajada en las presidenciales del 7 de octubre.
“Se está jugando la simbología del poder (…) No se está jugando quién gana la mayoría de gobernaciones, porque las va a ganar Chávez, y el objetivo de la oposición debe ser retener sus símbolos, que son cinco” estados, dice a la AFP el encuestador Luis Vicente León.
Por su parte, “el objetivo del gobierno será dar una estocada final buscando ganar en Miranda (norte) y Zulia (noroeste), los estados más poderosos del país, en manos de la oposición”, dice León, presidente de la firma Datanálisis.
Luego, Chávez, en el poder desde 1999, buscará “ganar los estados rebeldes, que son gobernados por líderes que abandonaron el chavismo, porque para él es muy importante dejar claro que cualquier tránsfuga será castigado”, añade.
La oposición ganó en las regionales de 2008 en los cinco estados más ricos y poblados, pero luego obtuvo Lara (noroeste) y Amazonas (suroeste) por gobernadores que cambiaron de bando, mientras que el de Monagas (sur) abandonó el chavismo pero se mantuvo independiente.
“La oposición buscará mantener las gobernaciones que tiene y sería un triunfo si además logra alguna más y se consolida en otras regiones. Chávez, en cambio, tiene como objetivo reafirmar los resultados del 7 de octubre”, cuando 22 estados votaron mayoritariamente por su reelección, que obtuvo con 55% de los votos, once puntos más que el opositor Henrique Capriles, dice la analista Mariana Bacalao.
Para el oficialismo, “obtener una gran mayoría en muchas gobernaciones transmitirá el mensaje de que cuenta con apoyo total para profundizar el socialismo y avanzar hacia el Estado comunal”, contemplado en el nuevo programa de gobierno de Chávez, añade esta profesora de la Universidad Central de Venezuela.
El reto de la abstención
Pero tanto el gobierno como la oposición tendrán el reto de llevar a sus simpatizantes a las urnas, porque ambos bandos podrían ver frustradas sus aspiraciones si crece mucho la abstención, que en las presidenciales se situó en sólo 19%.
“Lo que generará fuerte abstención en la oposición es la desmoralización tras la derrota en la presidencial”, asegura el politólogo Farith Fraija, agregando que el gobierno, debe a su vez “minimizar el triunfalismo” y “motivar a su gente para que no se quede en casa y vote”.
“En las regionales vota menos gente, esperamos dos millones menos de los 15 millones de las presidenciales, y muchos de los que no votan, son progobierno. El reto de la oposición es superar la derrota y la desilusión e ir a votar”, ratifica León.
Para motivar el sufragio y cubrir la ineficiencia de algunos gobernadores oficialistas que han perdido apoyo, los analistas esperan que Chávez, que sólo ha aparecido en público en muy contadas ocasiones tras su reelección, se active en la campaña regional.
“Chávez va a estar muy presente, tratando de proyectar su liderazgo al liderazgo regional, porque las figuras de los gobernadores no son fuertes y hay estados donde hay diferencias entre el chavismo y sus aliados, o donde la gente siempre vota por Chávez, pero contra sus gobernadores”, dice Bacalao.
El presidente designó a los candidatos a las gobernaciones, entre ellos varios ministros que dejaron sus carteras en las últimas semanas.
Las “joyas de la corona”
Así, el ex vicepresidente del gobierno Elías Jaua protagonizará en Miranda la lucha más fuerte contra Henrique Capriles, que aspira a la reelección como gobernador, tras perder en su estado como aspirante presidencial por unos 7.000 votos ante Chávez.
“El caso Miranda tiene una atención especial, porque está en juego que quede en manos de Capriles o pase al gobierno, pero sobre todo porque se está jugando que Capriles sea sacado del juego político”, explica Fraija.
León destaca que tanto Miranda como Zulia, estado petrolero donde es gobernador el opositor Pablo Pérez, “son las joyas de la corona” en las regionales, pues están dirigidos por “dos líderes opositores fundamentales”, que si bien “no quedarían destruidos con una derrota, sí sufrirían mucho”.