DPA) – En la incesante lucha por atrapar hasta el último voto, los principales candidatos para las presidencias del domingo en Venezuela continuaron hoy con sus arengas ante miles de seguidores en diferentes partes del país.
El presidente interino, Nicolás Maduro, aseguró que el domingo logrará “la victoria más grande” del oficialismo y expresó su confianza para obtener 10 millones de votos, algo que el fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013) se propuso pero nunca pudo lograr.
El líder opositor, Henrique Capriles, dijo en su discurso en el estado de Mérida, en los Andes venezolanos, que en los próximos días “aumentarán los rumores” y aseguró que se tratará de “aumentar el miedo en los electores para que no vayan a sufragar”.
“Nadie puede sentir miedo. ¡Aquí hay que demostrar la valentía y la esperanza! Esta lucha tiene un objetivo: darles un Estado lleno de oportunidades”, señaló Capriles, que en octubre fue segundo cuando Chávez fue reelecto con una ventaja de casi once puntos.
Maduro aseguró que la candidatura de Capriles es sostenida y financiada por el gobierno de Estados Unidos: “Ellos quieren ser yanquis, ¿quién duda que los Estados Unidos es quien sostiene, apoya y financia la candidatura pitiyanqui de la derecha? ¿Quién duda de eso? ¿Quién duda que el candidato de la burguesía es el candidato del imperio gringo para apoderarse de Venezuela? ¡Nadie!”.El líder opositor realizó estas declaraciones luego de que el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, denunciara que la oposición tiene un plan para desconocer los resultados de las elecciones.
El presidente interino sostuvo que su gobierno se caracterizará por ser “profundamente socialista, nacionalista, justo y cristiano”.
Por su parte, Capriles dijo que el pueblo “desenchufará” el domingo a Maduro, afirmando que el único interés de su fuerza es conservar sus cargos y privilegios.
El líder opositor pidió a sus seguidores organizarse para votar a lo largo de la jornada dominical y luego esperar los resultados y la “llegada del futuro, del progreso” para Venezuela.
Capriles dijo que Venezuela está viviendo “tiempos de escasez y una situación de violencia”, que se han agravado durante la gestión de Maduro como presidente interino, tras el fallecimiento de Chávez el pasado 5 de marzo.
“A uno de los enchufados le preguntaron cómo va a resolver la inflación y dijo cataflán (analgésico) con eso. No mi hermano, la inflación no se resuelve tomando cataflán, la inflación se resuelve aumentado la producción”, indicó el candidato de 40 años.
Mientras, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) advirtió que “sectores antidemocráticos” intentan imponer una agenda violenta de cara a unos comicios que serán “limpios y transparentes”.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, indicó en rueda de prensa que estos sectores intentan “lesionar” la democracia a través del enrarecimiento del ambiente electoral.
“Hemos observado que nuevamente los sectores antidemocráticos que no creen en procesos electorales se activaron de nuevo en un intento de imponer su agenda al país”, señaló hoy, un día después de que el líder opositor evitara firmar un acuerdo con los otros candidatos de respeto a los resultados electorales.
A su vez, el comando de Capriles rechazó las acusaciones de que contrataron a mercenarios salvadoreños para atentar contra Maduro.Capriles prefirió firmar un documento en el que se comprometía a respetar “la voluntad popular”, al tiempo que acusó al CNE de estar parcializado hacia Maduro, que fue el que propuso el acuerdo.
El coordinador nacional de la campaña, Carlos Ocariz, dijo que el gobierno puede indagar: “Investiguen todo lo que tengan que investigar, no escondemos nada”, dijo en una rueda de prensa.
El ministro del Interior, Néstor Reverol, afirmó el martes que se detectó el ingreso de dos grupos de supuestos mercenarios de El Salvador, con la misión de “trabajar con la oposición y ejecutar acciones desestabilizadoras”.
Maduro y Capriles pondrán fin mañana a la campaña proselitista para los comicios del domingo.
El candidato oficialista tiene ventaja en las encuestas y los analistas consideran que logró aprovechar el impulso emocional de la muerte de Chávez.
Maduro, de 50 años, cerrará la campaña con una gran movilización en Caracas, en la céntrica avenida Bolívar, mientras que Capriles terminará en el estado occidental de Lara, tierra de su jefe de campaña y gobernador regional, Henri Falcón.
Los dos comandos se consideran ganadores, pero utilizarán hasta el último momento de la campaña, cuyo tiempo se extinguirá mañana a la medianoche.
Para el domingo están convocados 18 millones de electores que ya habían votado el 7 de octubre pasado, aunque se especula que habrá mayor abstención que hace seis meses, cuando alrededor del 19 por ciento no sufragó