Uno de los socios del consorcio que busca petróleo en Canarias está a punto de cambiar de manos. El Ministerio de Economía alemán anunció la semana pasada la aprobación de la venta de RWE Dea, filial de exploración de petróleo y gas de la eléctrica germana RWE, a la firma LetterOne, vehículo de inversión de Mijaíl Fridman, uno de los hombres más ricos de Rusia. RWE Dea, con un 20%, es el menor de los tres socios del consorcio que lidera la española Repsol. En todo caso, está por ver que el grupo llegue a participar en el proyecto canario, pues Repsol ha decidido asumir en solitario el primero de los sondeos y podría hacer lo mismo con el segundo.
La venta de la filial de RWE por 5.100 millones (deuda incluida) a LetterOne se anunció en marzo, pero está pendiente de autorizaciones. Las más importantes eran la de Bruselas, que llegó en julio, y varias en Alemania, entre ellas la anunciada la semana pasada. El Ministerio de Economía alemán considera que la venta no supone una amenaza para los intereses estratégicos ni la seguridad energética de Alemania.
Fridman es el segundo hombre más rico de Rusia, según la revistaForbes, con una fortuna de unos 13.400 millones de euros. Hizo su fortuna con el petróleo. En España se habló de él porque estaba a la cabeza de Alfa Group, el consorcio ruso que fletó el Prestige, el barco que provocó una marea negra en Galicia. Ahora podría acabar siendo indirectamente socio de Repsol, precisamente la compañía que finalmente aportó las soluciones técnicas para paliar el daño causado por el hundimiento del Prestige.Las empresas esperan cerrar la operación antes de fin de año. En tal caso, cabe la posibilidad (en función de los calendarios y de cómo vayan los sondeos) de que Fridman pase, a través de LetterOne y RWE Dea, a participar en el consorcio, sin que Repsol haya tenido ninguna participación en la elección de ese inversor. EL PAIS