Hace dos años, un grupo de altos funcionarios de seguridad nacional de los Estados Unidos recibió una propuesta tentadora de funcionarios en Pakistán. Si los Estados Unidos liberaba a una mujer paquistaní que cumple una condena de 86 años de prisión en Texas por intento de asesinato, Islamabad trataría de liberar al sargento del Ejército, Bowe Bergdahl, quien estaba desaparecido desde el 2009 y se pensaba que había sido capturado en Pakistán por fuerzas talibanes.
Educada en los Estados Unidos – estudió en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y recibió un doctorado de Brandeis – Siddiqui fue arrestada en 2008 en Afganistán en posesión de cianuro de sodio y documentos que describían cómo hacer armas químicas. Cuando el FBI y funcionarios militares trataron de cuestionarla, agarró un arma de la mesa de su sala de interrogatorios y disparó contra ellos.De acuerdo con funcionarios y ex funcionarios estadounidenses familiarizados con la propuesta, los asesores de seguridad nacional del presidente Barack Obama rechazaron rápidamente la oferta. Liberar a la prisionera, Aafia Siddiqui, vinculada a Al Qaeda y declarada culpable en 2010 de intentar asesinar a estadounidenses en Afganistán, violaría la política del gobierno de no otorgar concesiones a los grupos terroristas, concluyeron los funcionarios. Siddiqui, de 42 años, quien es conocida en los círculos antiterroristas como “Lady Al Qaeda”, está vinculada al cabecilla Sheikh Mohammed, responsable de los ataques del 11 de septiembre, y estuvo una vez en la lista de terroristas más buscados del FBI.
Aunque funcionarios estadounidenses nunca consideraron seriamente su intercambio, Siddiqui ha sido una moneda de cambio perenne para los terroristas y extremistas islámicos que han hecho de su liberación una condición para liberar a un número de prisioneros estadounidenses y europeos en los últimos años. Incluso, terroristas del Estado Islámico que asesinaron al periodista estadounidense James Foley la semana pasadahabían exigido la liberación de Siddiqui a cambio de perdonarle la vida.
Mientras la Casa Blanca se ha negado a poner la liberación de Siddiqui sobre la mesa de negociación de los prisioneros estadounidenses, un legislador norteamericano asegura queun equipo dentro del Departamento de Defensa, que ha criticado al gobierno de Obama por no hacer más por liberar a los prisioneros, ha hecho la propuesta.El martes, el Estado Islámico volvió a exigir su libertad, esta vez a cambio de una mujer estadounidense de 26 años de edad, secuestrada el año pasado en Siria mientras trabajaba con grupos de ayuda humanitaria. Las autoridades creen que el Estado Islámico mantiene secuestrados al menos a cuatro estadounidenses, entre ellos el periodista Steven Sotloff. Los militantes también han insistido en un rescate $ 6.6 millones por el joven estadounidense. Las exigencias del Estado Islámico fueron difundidas por primera vez por la cadena ABC News.
Un acalorado debate sobre si el gobierno de Estados Unidos debe pagar rescates por prisioneros estadounidenses estalló después del asesinato de Foley. Los Estados Unidos, a diferencia de muchos países europeos, no paga rescates. Algunos expertos en terrorismo dicen que como resultado de esta política los ciudadanos norteamericanos son menos propensos a ser secuestrados.
Altos funcionarios del gobierno dijeron que no tenían conocimiento de ninguna propuesta de una unidad del Pentágono para ofrecer la libertad de Siddiqui como parte de las negociaciones por los rehenes. Y es que consentir sería legalmente complicado, según los expertos. El presidente Barack Obama posiblemente tenga que perdonar a Siddiqui o conmutar su sentencia debido a que los Estados Unidos y Pakistán no tienen un tratado que permita que paquistaníes encarcelados en los Estados Unidos cumplan sus sentencias en casa. Los expertos aseguran que la administración probablemente podría haber formado alguna solución, pero hacerlo hubiera despertado acusaciones contra la Casa Blanca por estar negociando directamente con los terroristas.
Siddiqui es algo así como una causa célebre en Pakistán, su condena en el 2010 provocó numerosas protestas. Algunos paquistaníes también protestaron contra su propio gobierno“por no hacer más para garantizar la restitución de Siddiqui y por su respuesta supuestamente silenciosa al veredicto”. Su convicción reforzó las acusaciones de que el gobierno paquistaní está demasiado cerca de los Estados Unidos, que durante años ha lanzado ataques con aviones no tripulados en suelo paquistaní con el consentimiento de los dirigentes del país.
En Pakistán, un grupo de militantes autodenominado Brigada Aafia Siddiqui ha atacado las instalaciones del gobierno con el fin de vengar lo que consideran un juicio y encarcelamiento injusto.
La liberación de Siddiqui ha figurado en varias negociaciones de prisioneros de perfil más bajo, y no sólo de ciudadanos estadounidenses. En 2010, los talibanes exigieron su libertad a cambio de la británica Linda Norgrove. Al año siguiente, un alto funcionario del Talibán ofreció intercambiarla por dos ciudadanos suizos que habían sido secuestrados en Baluchistán. El líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri ha pedido la liberación de Siddiqui a cambio de la liberación del contratista estadounidense Warren Weinstein, secuestrado en Pakistán en 2011 y que ahora está en la custodia de Al Qaeda.
Con información de Foreignpolicy.com