(Estambul, 15 de febrero. EFE).- Varias protestas ciudadanas contra el asesinato de la joven Özgecan Aslan, asesinada brutalmente hace unos días y enterrada ayer, han recorrido hoy una docena de ciudades turcas en las que los participantes han mostrado su rechazo a la violencia machista.
La joven de 20 años, estudiante de Psicología en la provincia meridional de Mersin, fue asesinada por el conductor de un minibús tras un intento de violación, según confesó el supuesto autor del crimen.
Tras acuchillarla, mutiló y quemó el cuerpo con ayuda de su padre y un amigo para evitar dejar pistas, pero fue detenido ayer junto a sus cómplices.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, condenó hoy el asesinato durante un congreso de su partido con duras palabras, pidiendo “romper las manos que se extienden hacia las mujeres”.
Las marchas ciudadanas recordaron que la violencia machista se cobra cada año la vida de más de 200 mujeres, en su mayor parte asesinadas por sus maridos, exmaridos, novios o pretendientes.
Las feministas acusan al actual partido en el poder, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP) de no hacer lo suficiente para proteger a las mujeres amenazadas y de promover una visión social de separación de hombres y mujeres que favorece las actitudes machistas.