Desde la estación Propatria, los trabajadores del Metro de Caracas se reúnen con miembros del Gobierno para firma su décimo contrato colectivo, que regirá entre 2011 y 2013 a 8.100 empleados. Durante el acto, Haiman El Trudi, presidente del Metro de Caracas, aseguró que “reconocemos los errores, pero es digno reconocer todos los esfuerzos que hemos hecho” .
El acto se desarrolla en los patios y talleres del subterráneo al oeste de la ciudad en presencia del vicepresidente Elias Jaua, el Ministro de Transporte Francisco Garcés y la ministra del Poder Popular para el Trabajo, María Cristina Iglesias.
El Troudi, señaló que “cuando la ciudad descansa nos quedamos nosotros con nuestra alta responsabilidad, puesto que tenemos conciencia de lo que aquí desarrollamos: un servicio de calidad digno y confortable”
“Desde el socialismo bolivariano estamos nosotros levantando las banderas de la eficiencia y excelencia de la prestación del servicio del Metro de Caracas”, aseveró.
“Venimos superando una situación atípica y bajo las sombras, gracias a nuestro presidente Chávez (…) por ello la clase obrera del Metro es la protagonista de todos los hechos que se han desarrollado, protagonistas de las mejoras del servicio”, dijo.
Sobre las críticas recibidas, el Presidente del subterráneo explicó que “quizás descuidamos el mantenimiento ¡Pero vaya que le hemos puesto empeño estos útimos meses!”.
“No cantamos victoria, falta mucho por hacer (…) es desde este compromiso que tenemos que redoblar el paso compatriotas”, resaltó.
Sobre el contrato colectivo
La compañía estatal que maneja el principal medio de transporte de la capital venezolana acordó un convenio que implica recursos extraordinarios por 365 millones de bolívares, ya autorizados por el Ejecutivo Nacional, sólo para los compromisos derivados del contrato este año.
Según un punto de cuenta aprobado para asignar el dinero necesario, se requieren 2.210 millones de bolívares para 2012 y 1.863 millones de bolívares hasta abril 2013, cuando expira la convención.
Fue un contrato acordado por los empleados en asambleas y presentado ante la directiva y el Ejecutivo Nacional, que le dieron el visto bueno.
Entre los logros alcanzados está un ajuste salarial de 26% (13% con retroactivo a partir de abril, pues en marzo expiró la convención anterior, y 13% en septiembre); un nuevo tabulador que debe ser revisado anualmente en función de los incrementos del salario mínimo que autorice el Presidente de la República; prima de profesionalización; becas para los hijos de los trabajadores y ayudas para descendientes que tengan necesidades especiales.
Se creó la prima de profesionalización para incentivar el estudio y se fijaron montos para las becas de los hijos de los trabajadores y los útiles escolares. Se ajustó la prima por antigüedad y se establecieron trabajos comunitarios voluntarios. Además, los beneficios se extienden a los jubilados y a estos se les aprobó un bono de recreación.
El contrato nació a partir de marzo, cuando los delegados sindicales recogieron las ideas que los trabajadores tenían sobre lo que debía ser el nuevo convenio. En abril, la propuesta fue aprobada en asamblea por los empleados, para luego presentarla a la directiva y al Ejecutivo Nacional.