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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Inminente ejecución de Troy Davis en EEUU pese a campaña internacional


(AFP) – El condenado a muerte Troy Davis, cuyo caso provocó llamados del mundo entero pidiendo un indulto, luchaba contra la justicia de Estados Unidos hasta último minuto para evitar su ejecución por una sentencia sin pruebas sólidas en su contra de un crimen cometido en 1989.

A menos de 90 minutos de su ejecución prevista para 19H00 locales (23H00 GMT) en una cárcel de Jackson (77 km al sureste de Atlanta, Georgia), la corte suprema estatal rechazó el último recurso presentado por la defensa, que decidió apelar de emergencia ante la Corte Suprema de Estados Unidos, informaron los abogados.

Dos recursos presentados ante la máxima corte estatal para detener la ejecución fueron negados, según documentos judiciales.

En los 20 años que Davis ha estado en el corredor de la muerte, logró evitar su ejecución tres veces, la última, en 2008, cuando se detuvo poco más de dos horas antes para recibir la inyección letal.

“Vamos a luchar hasta el último minuto”, dijo a AFP Brian Kammer, abogado de este prisionero que se convirtió en estandarte de las organizaciones que claman la abolición de la pena de muerte.

El comité de indultos de Georgia que le negó la clemencia el martes rechazó el miércoles un detector de mentiras y la reconsideración de su clemencia pedidos por Davis.

A la ejecución por inyección letal de este condenado negro de 42 años asistirá la viuda y dos hijos de la víctima, el policía blanco Mark MacPhail. Por ahora se desconoce si estará presente la familia Davis.

Unas 200 personas se congregaron frente a la cárcel de Jackson para gritar su rabia alrededor del reverendo Al Sharpton. “Es un escándalo, no se debe ejecutar a alguien sin pruebas y basándose únicamente en la evidencia visual”, dijo a la AFP el pastor, conocido por su lucha por los derechos civiles.

El caso, que provocó una campaña internacional sin precedentes, llevó a los gobiernos de Francia, Alemania y el Vaticano a declarar su “consternación” por un castigo irreparable y pidieron públicamente que se le perdone la vida a Davis.

En el mismo tono un editorial del diario The New York Times advirtió que la ejecución puede “cometer un error judicial trágico”.

En Washington, tres congresistas demócratas, John Conyers, Bobby Scott y Hank Johnson, pidieron en una carta al comité de indulto de Georgia que revisen su fallo: “Entendemos que la defensa de Davis no ha podido terminar de presentar sus pruebas para apoyar su pedido de clemencia”, dijeron.

El miércoles, el comité de indultos rechazó el pedido de reconsiderar su decisión de negar la clemencia para Davis, dijo un comunicado de la junta de cinco miembros -tres blancos y dos negros-.

Davis, acusado de matar al policía MacPhail en una pelea en Savannah en 1989, presentó a primera hora del miércoles dos recursos ante la corte superior del condado de Butts en Georgia, negados más tarde y luego por la corte suprema de Georgia.

Los documentos judiciales indican que, “dado que la evidencia no ha estado disponible para el peticionario, incluyendo las nuevas pruebas balísticas que contradicen previos testimonios del juicio (…) La condena del Sr. Davis y la pena de muerte se basan en pruebas falsas, engañosas e inexactas materialmente”, señaló el recurso de habeas corpus presentado por sus abogados.

Identidicado por sus partidarios como el prototipo del negro condenado a muerte por error, Troy Davis goza del apoyo de personalidades como el ex presidente Jimmy Carter, el papa Benedicto XVI y la actriz Susan Sarandon. Centenares de manifestaciones de apoyo tuvieron lugar en todo el mundo.

Durante el proceso, nueve testigos del asesinato cometido en 1989 identificaron a Davis como el autor del disparo, pero el arma del crimen jamás fue encontrada y otro tanto ocurrió con huellas digitales o de ADN. Luego, siete testigos se retractaron, pero ello no bastó para convencer a la justicia de que conmute su sentencia al menos por cadena perpetua.

El martes Amnistía Internacional difundió una carta en la que Davis insta a sus seguidores a continuar la batalla contra la pena de muerte.

“La lucha por la justicia no se acaba conmigo”, dijo Davis en la misiva publicada en Facebook y en su sitio web.o mi último aliento”.