Hay un lugar al que los contratistas expropiados de Petróleos de Venezuela llaman en la costa oriental del lago de Maracaibo el “cementerio de equipos”.
Allí se pueden observar lanchas, gabarras, barcazas y otros equipos oxidados y escorados que fueron expropiados a 70 empresas hace tres años, cuando se aplicó la Ley Orgánica que Reserva al Estado Bienes y Servicios Conexos a la Actividad Primaria de Hidrocarburos.
El Informe de Gestión 2011 de Pdvsa confirma que está pendiente la indemnización. Pero no hay fecha, monto ni modalidad de pago.
En un trabajo publicado este lunes en El Nacional, se explica que la principal causa de la expropiación fue el temor que había en Pdvsa por que las lanchas fueran retiradas de los muelles debido a las deudas que acumulaba con sus proveedores, que pare ese momento era de 8 mil millones de dólares.
“Al 31 de diciembre de 2011, Pdvsa se encuentra en proceso de determinación negociación del valor de estos activos con las partes involucradas”, dice el reporte elaborado por la firma auditora Kpmg, que fue incluido en el informe de la estatal petrolera.
El Nacional explica que el reporte financiero apunta que Pdvsa incorporó los bienes estilizados al monto de 803 millones de dólares como parte de sus propiedades, o sea que se los cuenta entre sus activos, pero también dentro de los activos porque es una cuenta por pagar.
El asunto de los trabajadores sí fue tratado con celeridad por la petrolera, pues fueron incorporadas 4 mil personas en nómina.
“Queremos resolver esa situación porque las contratistas tienen obreros como última prioridad“, había dicho el ministro Rafael Ramírez para justificar la estatización.
Con información de El Nacional
