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sábado, 6 de octubre de 2012

Termina la aventura de los “Niños en la Cumbre”


Termina la aventura de los “Niños en la Cumbre” Los integrantes de la expedición Niños en la Cumbre que recorre los caminos del Khumbu en Nepal y que el pasado 4 de octubre coronaron la cima del ImjaTse (Island Peak), montaña de 8.189 msnm emprenden ya la larga caminata de retorno. Vienen cansados y ansiosos de encontrarse con sus familias, con sus amigos, con sus compañeros de escuela y liceo para contarles, la gran aventura que les ha tocado vivir. En sus caras se refleja en todo momento la alegría de haber conocido su primer gran éxito, conquistado con esfuerzo físico y mental, logrado con una madurez que hasta ahora desconocían, lejos de sus zonas de confort, de la protección familiar, de la cotidianidad cómoda.

Este logro excepcional de un grupo de muchachos y muchachas entre los 12 y 17 años de edad se consigue gracias al apoyo que empresas como  Supermercados Unicasa, la Fundación BBVA Provincial y  CANTV como patrocinantes así como  la Alcaldía de Caracas como copatrocinante, que ofrecieron las bases económicas a este proyecto, gestado por marcus Tobía y juan Carlos López Durán, para transmitir a millones a través de la pantalla televisiva, valores tan elevados y esenciales como la solidaridad, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la amistad desinteresada sin importar diferencias culturales e idiomáticas, la preparación planificada, el estudio, la seguridad al momento de la toma de riesgos calculados, el manejo del éxito y la incorporación de las experiencias fallidas al contingente de herramientas para enfrentar cualquier reto, cualquier meta que la vida y la realidad presenten.

Desde Nepal, el líder de la expedición,  Marcus Tobía, (primer venezolano en alcanzar los 8848 m del Everest en 2001) comenta que  este grupo no deja de sorprenderlo. “Son unos grandes niños. Me impresionó verlos superar las grandes grietas del inicio del glaciar con entereza, con prudencia y con valentía. Me sigue causando asombro la capacidad de superar los límites físicos y que aún con lágrimas en los ojos, con frío en las manos, con miedo en algunos momentos, no abandonaron la idea de llegar todos a la cumbre. Subieron con la mente y con sus mentes llevaron a sus cuerpos hasta arriba. En la montaña demostraron cuanto han crecido desde que iniciaron los entrenamientos hace un año. Luego regresaron contentos, los sherpas y todas las expediciones que estaban en el campo base del Island Peak los celebraron, son unas celebridades ahora entre los montañistas y los trekistas que van por la región del Khumbu esta temporada. De nuestra parte la responsabilidad ha sido una línea permanente hemos realizado lo más complicado, ahora empezamos el regreso” expone el montañista.

Desde el punto de vista técnico, explicó Tobía que el inicio del glaciar que cae por la cara sureste del Imja Tse era extraordinariamente amplias y fue necesario conseguir unas escaleras metálicas que se colocaron a modo de puentes para facilitar el paso por el área. La última parte los niños tuvieron que subir por una pared de nieve de más de 100 metros que exigió mucho cuidado y esfuerzo. “El final de la ruta, estando bien equipado y asegurado por más de 200 metros de cuerdas fijas fue altamente expuesto y nos obligó a llevar a los chamos en grupos pequeños para llegar a la cumbre. Entre Federico Pisani (Fuko) y yo estuvimos presentes en esta última parte con  todos los miembros de la expedición”, más de 35 personas entre los niños, el equipo de producción y filmación de la II Temporada de Niños en la Cumbre, el equipo de apoyo y los sherpas.

Por su parte los chamos tuvieron las más variadas expresiones. “Estoy Feliz” - dice Onías de 12 años al otro lado del teléfono satelital- “Me dio un poco de miedo cuando vi esa pared que teníamos que subir, creí que me iba a caer, pero cuando llegué arriba fue todo maravilloso. Estamos todos celebrando”.

“Los sherpas nos trajeron una torta – decía Alan de 13 años en medio de la celebración matinal. Un desayuno super energético para reponer fuerzas antes de empezar a bajar- estamos todos contentos, subimos como nos dijo Marcus, mente y más nada, todos concentrados. Subí rápido, llegué a la cumbre, la vista era espectacular….¡más fiiiinoooo! .

Mirada cinematográfica 

Juan Carlos López Durán se tomó un tiempo para describir la última parte de la expedición aprovechando las ventanas de señal de teléfono e internet que alcanzaban conseguir en Dingboche.

“La expedición está de vuelta en Dingboche, con la cumbre del Island Peak en sus corazones y una alegría que va dejando huella en el Khumbu. No ha habido pueblito, caserío, ó expedición internacional, que haya quedado indiferente al paso de esta cofradía arropada de felicidad y fuerza. Primero incredulidad al ver a estos niños con cascos y piolets en sus morrales dirigiéndose al Island Peak. Después impresión al ser testigos de la decisión de sus rostros, y por último emoción al escuchar sus gritos de ¡Cumbre! por donde quiera que van. Han sido como un ejército  sui generis, pequeños armados de sueños indomables, lanzados al campo de batalla con el valor y el coraje de quien lleva la ingenuidad como municiones con las que doman el frío y la altura…, y allí están ascendiendo un glaciar espectacular y embalados hacia la cumbre”.

“Ya la expedición asciende la montaña en dirección al glaciar. Es un gigantesco insecto luminiscente que se desplaza por la montaña según  comenta Dani (Jefe de logística de filmación) al ver desde una posición de avanzada, el río de linternas que serpentea en la oscuridad y lentamente asciende. Ya para el amanecer el sol revela el más espectacular panorama de la cordillera del Himalaya. Están allí, donde nacen los hielos, y al nivel de las cumbres más altas del mundo que desfilan y se insinúan antes sus ojos. Cada una invita, pero por ahora esperarán, es el Island Peak quien tiene el privilegio de recibir por primera vez a estos pequeños cuerpos con grandes almas”.

De aquí hasta la Cumbre ha sido una odisea. Serán las imágenes y las palabras de los niños y niñas, las que describirán aquello de lo que los hielos del Nepal fueron testigos. Sólo podría afirmarse que nunca se sabrá quién disfruto del mejor paisaje, sí estos guerreros desde la cumbre viendo la cordillera del Himalaya en su mayor esplendor, o estas montañas viendo a estas almas encaramadas en una cumbre que nunca esperó semejantes visitantes.”