Lo Último

.

.

martes, 2 de julio de 2013

Primer permiso de residencia a un gay tras la decisión del Supremo

El gobierno de Estados Unidos ha entregado el primer permiso de residencia a un extranjero homosexual a través de su matrimonio con un estadounidense. Se trata de una de las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo, que la semana pasada, en una sentencia histórica, dio su respaldo a las uniones entre personas del mismo sexo.
La máxima instancia judicial del país declaró anticonstitucional una ley, DOMA, que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, al considerar que violaba el derecho a la igualdad de los ciudadanos. Esta ley afectaba a más de un millar de normativas, entre ellas las de inmigración, que impedían reconocer a nivel federal las uniones de aquellas parejas homosexuales que se hubieran casado en el extranjero o en uno de los 12 Estado que ya lo habían legalizado.
Un ciudadano de Bulgaria se convirtió este fin de semana en uno de los primeros beneficiados de la sentencia del Supremo, al ver aprobada su solicitud para un permiso de residencia, conocido como ‘green card’.Según declaró al diario The New York Times, su pareja, estadounidense, lo había solicitado después de que se casaran en Nueva York el año pasado.
El pasado miércoles, tras conocer la decisión del Supremo, la secretaria de Seguridad Nacional, el departamento del que depende la agencia de inmigración, aseguró que trabajarían de manera inmediata “para garantizar que todas las parejas casadas sean tratadas con igualdad y justicia en la administración de las leyes migratorias”.
Pocos esperaban que la concesión de ‘green cards’ comenzara tan pronto. El Gobierno comunicó la semana pasada que las parejas en esta situación deberían esperar un mínimo de 21 días hasta presentar su petición ante las autoridades, pero ya ha empezado a tramitar las de quienes no quisieron esperar a la decisión del Supremo.
Se estima que en EE UU hay 28.500 parejas en su misma situación y en las que el miembro extranjero de la pareja depende de visados de estudiante y permisos de residencia temporales, y para las que emigrar al extranjero no es una alternativa. En algunos casos, la pareja ha llegado a casarse y quiere ver reconocida esa unión, y los beneficios que conlleva, para poder residir en el país.
La situación legal en la que quedaban los homosexuales estadounidenses casados con extranjeros antes de la sentencia contra DOMA inspiró una querella contra el Gobierno por parte de cinco parejas, una de ellas formada por una ciudadana española, Mar Verdugo, y su esposa, Heather Morgan, norteamericana. Los diez alegaron que el Gobierno de EE UU discriminó contra ellos por el hecho de ser homosexuales, negándoles el acceso a los mismos permisos de residencia que otorga en el caso de las parejas de distinto sexo.
Aquel caso, uno de los muchos relacionados con el matrimonio homosexual que han ido avanzando por el sistema judicial en los últimos años, quedó en vilo cuando un juez federal ordenara esperar a que el Tribunal Supremo pronunciara su sentencia con respecto a DOMA. Según explicó la semana pasada una de las demandantes, Heather Morgan, su denuncia tendrá validez hasta que una de las parejas consiga el permiso de residencia solicitado. Morgan y Verdugo, casadas en 2011, pedirán el suyo “el primer día que sea legalmente posible” en Nueva York.

EL PAIS