Una aeronave de la Nasa, equipada con tecnología de punta, ha empezado el monitoreo de los volcanes considerados activos en el Perú, en prevención de un eventual desastre, anunció el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
Esto es posible en virtud a un acuerdo de cooperación científica entre el Jet Propulsion Laboratory del Instituto Tecnológico de California (Caltech) de la Nasa y el Instituto Geofísico del Perú (IGP), por el cual el Perú se ha integrado a ese proyecto preventivo, en el que también participan Ecuador, Bolivia y Chile.
En marzo último la nave ya tomó una primera radiografía de la cadena volcánica peruana, es decir que con su Radar de Apertura Sintética (SAR) ya recogió la información que le servirá de base para la comparación de lo que encuentre del segundo monitoreo que realizará en marzo del próximo año.
Pero además, en caso de que se registrase algún cambio que indique posible actividad en algún volcán, esta aeronave especial será enviada al Perú para que efectúe vuelos diarios de monitoreo, explicó a la agencia Andina el director de Geodesia Espacial y Peligros Geofísicos del IGP, Edmundo Norabuena.
"En caso la vigilancia que hace el IGP mostrara algún cambio, este avión monitoreará en vuelos diarios para determinar si hay o no peligro", señaló.
Cuarenta volcanes activos
Es poco conocido que en el Perú hay 40 volcanes activos, todos ubicados entre Arequipa, Moquegua y Tacna. Pero esa información no debe alarmar, porque un volcán, según la geología y la geofísica, es considerado activo si es que ha tenido una erupción en los últimos 10,000 años. Por esa razón, solo el Misti, el Ubinas y el Ticsani entran en esa categoría.
El silencio de nuestro volcanes tampoco significa que estemos libres de alguna erupción en algún momento, porque en estos también la energía se va acumulando y puede activarlos como sucede con los sismos, según el especialista del IGP.
Por esa razón, el organismo especializado desarrolla estudios con fines de prevención de desastres con técnicas de geodesia espacial, es decir con señales de radar satelital (Global Navigation Satelital System), que permiten apreciar desde el espacio si la base de un volcán se "hincha" por acción de los gases que emana el magma o masa volcánica.
Ese tipo de monitoreo se hace una vez al año y difícilmente se puede realizar con más frecuencia no solo por los costos que demanda sino también por cuestiones de seguridad, ya que los volcanes están en zonas alejadas, lo que representa un riesgo para el personal y los equipos que se usan.
Adicionalmente, el IGP implementó en los últimos dos años una red de control sísmico en tiempo real que envía señales a sus estaciones de Arequipa y Lima de los movimientos que ocasionan los gases al golpear el interior de un volcán.
"El volcán tiene una especie de estómago donde se acumula el magma que va liberando gases y como es una cámara cerrada como si fuera una olla a presión, los gases empiezan a expandirse y hacen fuerza en las paredes y llega un momento en que la presión no se puede soportar y los gases buscan el camino más débil, saliendo a la superficie como cuando se abre una botella de gaseosa que hemos agitado previamente", explicó Norabuena.
Anotó que todos esos cambios son captados en las imágenes satelitales y también son denotados por los marcadores GPS colocados a los extremos de los volcanes monitoreados por el IGP. "Si éstos cambian de posición, significa que la base del volcán se está hinchando".
Es preciso anotar, sin embargo, que no siempre la actividad sísmica originada por un volcán o la "hinchazón" de su base es el preludio de una erupción ineludible, pues estos indicadores, así como aparecen pueden amenguarse y volver a "dormir".
Empero, si esas señales aparecieran se lanzaría la alerta y la aeronave especial dotada del radar SAR sería enviada inmediatamente para hacer radiografías diarias "como si se tratase de un paciente al que se le toma la temperatura diariamente para ver cómo evoluciona".
"El satélite del avión nos daría en poco tiempo mayores precisiones sobre el peligro de una erupción y en qué tiempo se daría", manifestó el especialista.
Norabuena indicó que en los últimos años la mayor actividad volcánica en la región se ha registrado en Chile y Ecuador.
Origen de los volcanes
El experto del IGP explicó que el origen de los volcanes obedece al choque de las placas tectónicas Nasca y Sudamericana. La primera se mete debajo de la segunda - en el caso del Perú entre Arequipa y Tacna - generando los volcanes.
Ese proceso hace que el magma empiece a subir, pero los estudios mundiales aún no pueden determinar qué cantidad y a qué velocidad se desplaza esa materia volcánica.
"Si se pudiera determinar eso, sabríamos cuando ocurrirá una erupción. Lo que sí se sabe es que el magma emite gases que provocan sismos al golpear en el interior de un volcán", señaló.
Hace muchos años, hubo una cadena volcánica a lo largo de la Cordillera Blanca, pero las condiciones geológicas que la propiciaron cambiaron. Prueba de ello es la existencia de material volcánico en el norte del país y en la isla San Lorenzo.
ANDINA