El sistema de observaciones ruso Master, detectó el paso de un asteroide de 15 metros de diámetro a solo 11.000 kilómetros de distancia del planeta Tierra.
Vladimir Lipunov, profesor de la Universidad Lomonosov, detalló que el tamaño del asteroide es similar al del meteorito que cayó cerca de la ciudad de Chelíabinsk, Rusia en febrero de este año, que tenía unos 17 metros y pesaba más de 10.000 toneladas.
"Hemos descubierto un nuevo objeto espacial tras la órbita de la Luna que se movía en dirección a la Tierra. La distancia que lo separaba de nuestro planeta era relativamente corta, unos 11.000 kilómetros", informó Lipunov a la agencia rusa Itar-Tass, refiere un nota de RT.
La localización del asteroide fue posible gracias al sistema robótico Master que ha sido concebido por la Universidad Lomonosov para las observaciones astronómicas.
El 15 de febrero de este año, un asteroide pasó a 27.700 kilómetros de la superficie del planeta Tierra, el tránsito más cerca de un objeto de estas características desde que son estudiados.
Esta corta distancia -incluso menor que la de los satélites geoestacionarios, que orbitan a unos 36.000 kilómetros de la superficie terrestre-, hizo que que los astrónomos de todo el mundo pudieran analizar en detalle la roca espacial, pues era lo suficientemente brillante como para analizar su forma, composición y tamaño, señala una nota del sitio web Ticket.
Vladimir Lipunov, profesor de la Universidad Lomonosov, detalló que el tamaño del asteroide es similar al del meteorito que cayó cerca de la ciudad de Chelíabinsk, Rusia en febrero de este año, que tenía unos 17 metros y pesaba más de 10.000 toneladas.
"Hemos descubierto un nuevo objeto espacial tras la órbita de la Luna que se movía en dirección a la Tierra. La distancia que lo separaba de nuestro planeta era relativamente corta, unos 11.000 kilómetros", informó Lipunov a la agencia rusa Itar-Tass, refiere un nota de RT.
La localización del asteroide fue posible gracias al sistema robótico Master que ha sido concebido por la Universidad Lomonosov para las observaciones astronómicas.
El 15 de febrero de este año, un asteroide pasó a 27.700 kilómetros de la superficie del planeta Tierra, el tránsito más cerca de un objeto de estas características desde que son estudiados.
Esta corta distancia -incluso menor que la de los satélites geoestacionarios, que orbitan a unos 36.000 kilómetros de la superficie terrestre-, hizo que que los astrónomos de todo el mundo pudieran analizar en detalle la roca espacial, pues era lo suficientemente brillante como para analizar su forma, composición y tamaño, señala una nota del sitio web Ticket.
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