El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá este lunes al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un encuentro marcado por la desconfianza de Jerusalén respecto al acercamiento a Washington del nuevo Gobierno iraní, y por el aparente estancamiento en las negociaciones de paz con Palestina.
El encuentro entre Obama y Netanyahu se produce apenas tres días después de la histórica conversación telefónica del viernes entre el mandatario estadounidense y su homólogo iraní, Hasán Rohaní, cuyo acercamiento a Estados Unidos ha irritado a Israel.
"Diré la verdad (que se esconde) frente a las dulces conversaciones y el ímpetu de las sonrisas. Uno debe mostrar hechos y exponer la verdad. Dar a conocer la verdad es vital para la seguridad mundial y la seguridad del Estado de Israel", dijo Netanyahu antes de partir hacia Estados Unidos.
Pese al escepticismo de Israel, Obama considera que existe "una oportunidad única para avanzar con el nuevo liderazgo en Teherán" en las negociaciones sobre su programa nuclear, según indicó el propio mandatario este viernes.
"En todo este proceso, estaremos en estrecho contacto con nuestros amigos y aliados en la región, incluido Israel", aseguró entonces Obama.
Esa garantía no ha apaciguado a Netanyahu, que acude a la Casa Blanca dispuesto a aportar pruebas de que el programa nuclear de Irán no es pacífico y a pedir explicaciones sobre la nueva senda que ha tomado Washington.
Esas tensiones en torno a Irán prometen dejar en un segundo plano la conversación sobre las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, que comenzaron en julio con el fin de alcanzar un acuerdo de paz en nueve meses.
No obstante, Obama tiene previsto informar a Netanyahu sobre el encuentro que mantuvo la semana pasada con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
El encuentro entre Obama y Netanyahu se produce apenas tres días después de la histórica conversación telefónica del viernes entre el mandatario estadounidense y su homólogo iraní, Hasán Rohaní, cuyo acercamiento a Estados Unidos ha irritado a Israel.
"Diré la verdad (que se esconde) frente a las dulces conversaciones y el ímpetu de las sonrisas. Uno debe mostrar hechos y exponer la verdad. Dar a conocer la verdad es vital para la seguridad mundial y la seguridad del Estado de Israel", dijo Netanyahu antes de partir hacia Estados Unidos.
Pese al escepticismo de Israel, Obama considera que existe "una oportunidad única para avanzar con el nuevo liderazgo en Teherán" en las negociaciones sobre su programa nuclear, según indicó el propio mandatario este viernes.
"En todo este proceso, estaremos en estrecho contacto con nuestros amigos y aliados en la región, incluido Israel", aseguró entonces Obama.
Esa garantía no ha apaciguado a Netanyahu, que acude a la Casa Blanca dispuesto a aportar pruebas de que el programa nuclear de Irán no es pacífico y a pedir explicaciones sobre la nueva senda que ha tomado Washington.
Esas tensiones en torno a Irán prometen dejar en un segundo plano la conversación sobre las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, que comenzaron en julio con el fin de alcanzar un acuerdo de paz en nueve meses.
No obstante, Obama tiene previsto informar a Netanyahu sobre el encuentro que mantuvo la semana pasada con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
EFE