El presidente de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), Ary Graça, admitió hoy que la Confederación Brasileña de Voleibol (CBV), que él dirigió entre 1997 y 2013, pagó comisiones a empresas y a dirigentes por su labor para renovar un contrato de patrocinio con un banco público.
En una entrevista al diario Lance, Graça afirmó que la CBV pagó un total de 6 millones de reales (unos 2,55 millones de dólares) a varias empresas por "trabajos técnicos" y jurídicos relacionados a la obtención de patrocinios, en especial con el estatal Banco do Brasil.
Esas sumas son inferiores a los 10 millones de reales (unos 4,2 millones de dólares) por cabeza que la televisión ESPN afirmó que habrían recibido las empresas S4G y SMP, esta última propiedad del superintendente general de la CBV, Marcos Pina, que fue destituido cuando se aireó el caso el mes pasado.
Según Graça, esas dos empresas recibieron dos millones de reales cada una (unos 850.000 dólares) y otras empresas, que no citó, recibieron otros dos millones.
Graça explicó que las diferencias en los valores se deben a "errores lamentables" en la redacción del contrato con S4G y a que él mismo decidió cambiar las condiciones del acuerdo con SMP después de que hubiera intermediado en la operación.
El motivo del cambio contractual se debió a que Pina, responsable de las negociaciones, logró que el Banco do Brasil elevase un 70 % el valor del patrocinio pagado a la CBV, lo que se convirtió en "el mayor contrato de la historia del deporte brasileño".
Los valores del contrato no han sido divulgados y, según Lance, pueden ascender a 350 millones de reales (unos 149 millones de dólares) para el quinquenio 2012-2017.
"No imaginaba que el acuerdo con el Banco do Brasil llegaría a los valores que llegó. Por eso fue cambiado (el contrato). Que quede claro: el cambio sólo benefició a la CBV, como siempre", comentó Graça.
El mandamás del voleibol aseguró que después de hacer estos negocios, fue "chantajeado" durante ocho meses por un "grupo", que no quiso identificar, y que, según él, aspiraban a "tomar el poder" de la CBV.
Al conocerse el caso, la CBV afirmó que las negociaciones para la renovación del patrocinio con el banco se hizo de forma directa, sin intermediarios.
El Banco do Brasil, que patrocina a la CBV hace 23 años, ha amenazado con cancelar el contrato si la entidad no aclara los hechos denunciados rápidamente y si no toma medidas correctivas de forma inmediata.
EFE
