Además de los escándalos de espionaje y las fuertes acusaciones entre los dos principales aspirantes a la Presidencia de Colombia, la actual campaña electoral de este país se caracteriza por la ausencia casi total de debates en televisión.
Los cinco aspirantes, entre ellos el actual presidente Juan Manuel Santos y su principal contendor, Óscar Iván Zuluaga, apenas asistirán a dos enfrentamientos en vivo y en directo por los principales canales privados de televisión.
Eso sucederá entre este jueves y viernes, antes de las elecciones del domingo 25 de mayo, donde casi 30 millones de personas podrán votar.
A quien llegue a Bogotá por estos días le costará trabajo hacerse a la idea de que este país está en proceso de elegir presidente para los próximos cuatro años.
Salvo la publicidad a través de los medios y las redes sociales y, en contraste con el panorama que se vivió en las elecciones parlamentarias de marzo pasado, ahora no hay afiches en las paredes, hay muy pocas vallas, la propaganda electoral en los autos es rara y casi no hay debates televisivos, que son comunes en muchos países.
Polarización
Hasta ahora, sólo ha habido algunos debates radiales entre los compañeros de fórmula a la vicepresidencia y comparecencias individuales de los candidatos presidenciales a los medios, pero ningún encuentro cara a cara frente a las cámaras y los electores.
Esa falta de debates por televisión llama la atención en un país que se precia de tener la democracia más antigua de la región y que está sumido en una profunda polarización política.
Quizás esa polarización ha contribuido a que Santos y Zuluaga eviten comparecer frente a las cámaras de la televisión. Las campañas de los dos han sido blanco de muchas acusaciones en los últimos días y aunque cada candidato se ha defendido, también ha atacado.
El contraste también es con lo que se vivió en las elecciones de hace cuatro años, cuando los debates por televisión entre Santos y Antanas Mockus, que era su principal rival, animaron la controversia e influyeron entre los electores.
Muchos expertos consideran que Santos, al igual que su antecesor Álvaro Uribe, que buscó y logró la reelección en 2006, prefieren exponerse lo menos posible. De hecho, Uribe tampoco aceptó en esa ocasión debates por televisión con sus rivales.
Por otro lado, no parece muy atractivo para Óscar Iván Zuluaga estar en un debate con los demás candidatos, ya que en los últimos días sus comparecencias en los medios sólo han sido para defenderse de las acusaciones de tener nexos con un hacker que espió la campaña de Santos y el proceso de paz con la guerrilla de las Farc.
Es probable que los debates televisivos antes de la primera vuelta sean sólo un escenario para ensayar lo que pueda ocurrir en segunda vuelta, cuando en lugar de cinco únicamente haya discusión entre dos candidatos y los electores tengan más tiempo para analizar las propuestas y decidir a quién favorecen con su voto.
Por: Hernando Salazar / BBC Mundo