AP).- Midieron los nuevos trenes, los volvieron a cotejar con las especificaciones más recientes en los libros. Pero los ingenieros de los ferrocarriles franceses se olvidaron de medir la distancia entre los rieles y las plataformas, un error que costará 50 millones de euros (68 millones de dólares) arreglar.
Jacques Rapoport, presidente de la organización de infraestructura ferrocarrilera RFF,reconoció que el problema se “descubrió un poco tarde”.