La Audiencia Nacional (AN) ha condenado al expresidente de Caja
Castilla-La Mancha (CCM) y exdiputado del PSOE Juan Pedro Hernández
Moltó y al exdirector general Ildefonso Ortega por un delito societario de falsedad contable cometido al manipular las cuentas de la entidad,
a la pena de dos años de cárcel y a otra de inhabilitación para ejercer
cargos de administración o dirección en el sector financiero durante el
tiempo de su condena.
En la sentencia también se impone a cada uno el pago de una multa de 29.970 euros y les obliga a satisfacer la mitad y a partes iguales las costas causadas, incluidas a las de la acusación particular y popular, ejercidas por la asociación Adicae y la propia caja de ahorros. El juez de lo Penal José María Vázquez Honrubia absuelve a ambos directivos del delito societario de administración fraudulenta que les atribuían ambas acusaciones. Hernández Moltó fue diputado por el PSOE y portavoz de la Comisión de Economía del Congreso.
Su enfrentamiento con Mariano Rubio, exgobernador del Banco de España, tuvo una gran repercusión en los medios.
Caja Castilla-La Mancha fue la primera caja de ahorros española en
ser intervenida y nacionalizada, en marzo de 2009, después de que se
aprobara un rescate que necesitó una inyección de liquidez de 9.000
millones de euros. Tras ser recapitalizada por el Fondo de Garantía de
las entidades financieras, fue vendida con importantes ayudas a
Liberbank.
El Banco de España cuantificó en 253,8 millones las operaciones y los
perjuicios económicos que los gestores causaron en la entidad. Según
Anticorrupción, el 10 de febrero de 2009, con la "aquiescencia" de
Hernández Moltó, Ortega envió al Banco de España unos estados
financieros y consolidados públicos de la entidad que ignoraron los
requerimientos que el supervisor había venido haciendo desde 2004 y no
reflejaban su "situación financiera real".EP