Zimbabue "aplastará" cualquier tipo de revuelta, como las acontecidas en el norte de África en los últimos meses, que trate de derrocar al presidente Robert Mugabe, ha advertido el ministro de Defensa, Emmerson Mnangagwa.
En declaraciones publicadas hoy por el diario local NewsDay, Mnangagwa asegura que los detractores del régimen de Mugabe, que lleva 31 años en el poder, "han estado trabajando, con ayuda extrajera, para traer la anarquía" al país.
"Pero eso no va a suceder, porque les aplastaremos", asevera Mnangagwa, considerado como uno de los posibles sucesores de Mugabe.
"Estados Unidos, el Reino Unido y sus aliados invadieron Libia para saquear sus reservas petrolíferas. Pueden haber tenido éxito en Libia, pero eso no ocurrirá aquí. No dejaremos que eso suceda aquí bajo ningún concepto", agrega el titular de Defensa de Zimbabue.
Asimismo, Mnangagwa advierte de que China y Rusia, aliados del país africano, se han mostrado dispuestos a ayudar al Ejército zimbabuense a para "aplastar a sus enemigos".
En 2011, Zimbabue ha detenido a decenas de ciudadanos bajo el pretexto de que planeaban revueltas en el país.
En febrero, la Policía detuvo a un grupo de activistas por ver un DVD sobre las protestas de Túnez y Egipto y seis de ellos están siendo juzgados por "incitación a la violencia" por un presunto plan para imitar las revueltas norteafricanas en Zimbabue.
El pasado jueves, un tribunal de Zimbabue rechazó los cargos presentados contra Vikas Mavhudzi, acusado de incitar, a través de un mensaje en la red social Facebook, un levantamiento similar al acontecido en Egipto.
Mugabe gobernó Zimbabue en solitario y de forma autoritaria desde la independencia del Reino Unido, en 1980, hasta 2009, cuando se vio obligado a formar un Gobierno de Unidad con el líder de ka oposición, Morgan Tsvangirai, para tratar de salir de la peor crisis política, económica y social que ha sufrido el país en su historia.
El grupo de Tsvangirai ha denunciado constantemente incumplimientos de los acuerdos de Gobierno y abusos por parte de los seguidores del presidente, que han mantenido el control de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y del aparato judicial del país
En declaraciones publicadas hoy por el diario local NewsDay, Mnangagwa asegura que los detractores del régimen de Mugabe, que lleva 31 años en el poder, "han estado trabajando, con ayuda extrajera, para traer la anarquía" al país.
"Pero eso no va a suceder, porque les aplastaremos", asevera Mnangagwa, considerado como uno de los posibles sucesores de Mugabe.
"Estados Unidos, el Reino Unido y sus aliados invadieron Libia para saquear sus reservas petrolíferas. Pueden haber tenido éxito en Libia, pero eso no ocurrirá aquí. No dejaremos que eso suceda aquí bajo ningún concepto", agrega el titular de Defensa de Zimbabue.
Asimismo, Mnangagwa advierte de que China y Rusia, aliados del país africano, se han mostrado dispuestos a ayudar al Ejército zimbabuense a para "aplastar a sus enemigos".
En 2011, Zimbabue ha detenido a decenas de ciudadanos bajo el pretexto de que planeaban revueltas en el país.
En febrero, la Policía detuvo a un grupo de activistas por ver un DVD sobre las protestas de Túnez y Egipto y seis de ellos están siendo juzgados por "incitación a la violencia" por un presunto plan para imitar las revueltas norteafricanas en Zimbabue.
El pasado jueves, un tribunal de Zimbabue rechazó los cargos presentados contra Vikas Mavhudzi, acusado de incitar, a través de un mensaje en la red social Facebook, un levantamiento similar al acontecido en Egipto.
Mugabe gobernó Zimbabue en solitario y de forma autoritaria desde la independencia del Reino Unido, en 1980, hasta 2009, cuando se vio obligado a formar un Gobierno de Unidad con el líder de ka oposición, Morgan Tsvangirai, para tratar de salir de la peor crisis política, económica y social que ha sufrido el país en su historia.
El grupo de Tsvangirai ha denunciado constantemente incumplimientos de los acuerdos de Gobierno y abusos por parte de los seguidores del presidente, que han mantenido el control de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y del aparato judicial del país
