Inmersa en una intensa y omnipresente campaña presidencial, Venezuela se prepara para su otra gran elección: la de Miss Venezuela, una contienda en la que el carisma, la presencia o la oratoria son también valores apreciados, pero la belleza es la condición ineludible.
Nerviosas por la cercanía del gran día, 24 jóvenes venezolanas se preparan con disciplina casi militar para disputarse el próximo día 30 la ansiada corona de Miss que este año conmemora, además, su 60 aniversario.
"Desde chiquita siempre era mi pasión, yo veía el televisor y veía el programa y eso para mi... yo me erizaba. Nunca me imaginé estar acá a la edad que tengo. Pensé que en un futuro pero, bueno, se dio y tuve que aprovechar la oportunidad", explica a Efe Oriana Lucchese, estudiante de publicidad de 19 años y actual Miss Miranda.
Junto al resto de sus compañeras, esta joven de Valencia (centro) entrena duro desde hace meses de la mano de la afamada fábrica de reinas de belleza, la organización Miss Venezuela, bajo una estricta dieta, fuertes rutinas deportivas, clases de pasarela, de oratoria y algún que otro desfile por el quirófano.
Conocer las entrañas de la competición no es tarea fácil ya que los periodistas tienen vetado el acceso a la Quinta Miss Venezuela, donde las chicas se preparan bajo las estrictas directrices del presidente del concurso, Osmel Sousa, conocido como "el Zar de la Belleza".
Aunque es difícil descubrir la fórmula mágica de este exitoso negocio, los profesores de la casa o las mismas chicas dan pistas sobre la fuerte presión a la que son sometidas.
"No solo comemos atún, comemos pollo, comemos ensalada, vegetales. Es muy variado", dice María Teresa Solano, estudiante de periodismo de 21 años y Miss Barinas.
El "mito del atún" es desmentido también por los preparadores físicos del concurso, Richard Linares y Luis Arguinzones, quienes llevan respectivamente 13 y 14 años trabajando para el Miss y que aseguran haber reducido hasta 52 kilos el peso de una concursante.
"Me estaba volviendo loco", confiesa Luis.
Las chicas comen de cuatro a cinco veces al día pollo, carne, claras de huevo, pescado "obviamente en porciones pequeñas" y tienen prohibido dulces, lácteos, harinas y alcohol.
"Una mujer de 1,80 no puede pesar más de 60 kilos", señala Richard, al precisar que las chicas pasan por la báscula "por lo menos" dos veces por semana y son regañadas si engordan medio kilo.
Y cuando una chica ya no consigue adelgazar más llega el momento del bisturí, al que las muchachas pueden haberse sometido antes normalmente por una rinoplastia o un aumento de senos.
"Hay muchachas que no reaccionan bien en el gimnasio y, si esto se puede corregir con una liposucción, pues más rápido, porque en 24 horas está listo", manifiesta a Efe Sousa, quien defiende "a capa y espada" la cirugía estética.
Tanto Miss Miranda, para aumentarse el busto, como Miss Barinas, para retocarse la nariz y realzarse el pecho, han utilizado ese recurso.
"Pero yo me siento muy feliz y no me da pena decirlo porque antes mi nariz era muy fea y yo me sentía acomplejada", expresa Miss Barinas.
La oratoria tampoco escapa de la formación de las chicas, ya que la entrevista del jurado y la temida pregunta sorpresa en el escenario representan dos de los cinco puntos del concurso.
El profesor de esa materia, el catedrático y humorista José Rafael Briceño, confiesa que la pregunta es muy difícil de preparar porque "hay mucha evidencia en Youtube de que puedes estrellarte".
El humorista señaló que los seis años de trabajo que lleva en Miss Venezuela le hicieron darse cuenta de que "efectivamente, hay una razón por la cual tenemos el número de reinas de belleza y es que nos tomamos muy en serio esto que otros llaman frívolo".
Nacido en 1952 como una iniciativa de la estadounidense Panamerican Airlines, el Miss Venezuela ha visto coronar seis Miss Universo, seis Miss Mundo, seis Miss Internacional y una Miss Tierra.
EFE