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martes, 28 de agosto de 2012

“La AN no debe sacarle el cuerpo a su evidente obligación de investigar lo ocurrido en Amuay”


 Este martes, en su columna publicada en el diario El Nacional, el periodista Vladimir Villegas se refirió a la tragedia que ocurrió en la refenirería de Amuay, y señaló que “es uno de esos golpes que unifican a un país en torno a la necesaria solidaridad con las víctimas y sus familiares”.
Asimismo, destacó que “lo que ha pasado es muy grave y no puede ser tratado a la ligera” e indicó que se debe investigar lo ocurrido “que la Fiscalía investigue, pero también debe hacerlo el Ministerio del Trabajo y, con mucha más razón, una Asamblea Nacional que por lo menos en esta ocasión no debe sacarle el cuerpo a su evidente obligación de investigar. Esa sería la mejor manera de ser coherentes con el duelo nacional que decretó el Gobierno”.
A continuación la columna completa:
La tragedia que enluta hoy a Venezuela, luego de la explosión ocurrida en la refinería de Amuay el sábado pasado en horas de la madrugada, es uno de esos golpes que unifican a un país en torno a la necesaria solidaridad con las víctimas y sus familiares, y que nos recuerdan, entre otras cosas, lo vulnerable que somos los seres humanos ante desastres naturales o accidentes de gran magnitud.
Obviamente, las primeras horas y los primeros esfuerzos han estado, como tiene que ser, concentrados en la atención urgente de los heridos de gravedad, y de las familias que han perdido sus seres queridos y quedado sin vivienda. Por ello tal vez es poco el espacio que puede quedar para la diatriba en torno a si se pudo o no haber evitado lo ocurrido. Pero llegará el momento de entrarle en serio al tema, sin las precipitaciones irresponsables de quienes apenas ocurrido el evento ya estaban montando ollas sancocheras atribuyendo la tragedia a un sabotaje de la oposición.
Lo que ha pasado es muy grave y no puede ser tratado a la ligera, con versiones como esa destinadas a desviar la atención de lo que realmente es trascendente. Si se tomaron o no las medidas necesarias para reducir al mínimo los riesgos de accidentes como ese. Si se cumplieron a cabalidad los protocolos en materia de mantenimiento cotidiano y mantenimiento mayor que requiere una instalación de esas dimensiones, el complejo refinador más grande del mundo. Eso lo deben determinar los expertos.
Ya algunos voceros oficiales han desmentido las versiones sobre un presunto incumplimiento de estos protocolos, pero desde el mismo momento en que se produjo la explosión surgieron voces de la propia dirigencia sindical petrolera, la que no es afecta al Gobierno ni le paga peaje de incondicionalidad, para denunciar que desde hace tiempo alertaron sobre la falta de mantenimiento en esa refinería y en otras existentes en el país.
El mismo día de la explosión, el dirigente sindical Iván Freites, miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Unificada de Trabajadores Petroleros, me concedió una entrevista y allí afirmó que han pasado ocho años sin que se realice el mantenimiento mayor del Complejo Refinador de Paraguaná. Yo ni lo afirmo ni lo niego, pero sí creo que tal denuncia debe investigarse, muy a pesar de que la directiva de Pdvsa aclare que sí se llevaron a cabo esas labores de mantenimiento.
Si tuviéramos una Asamblea Nacional concentrada en el cumplimiento de sus facultades constitucionales habría la certeza de que una comisión plural de diputados y de especialistas seleccionados para tal fin adelantarán una investigación como Dios manda, sin ánimos de buscar culpables donde los hubiere, pero a la vez sin la intención de taparear alguna eventual conducta negligente por parte de la gerencia petrolera venezolana.
Así deben funcionar las cosas en una democracia que se respete, en la cual, por sobre cualquier cosa, tiene que garantizarse la vida y la integridad física de los trabajadores y de sus familias, sean estos empleados de Pdvsa, funcionarios de la Guardia Nacional o personal de las empresas privadas contratadas por la estatal petrolera para la ejecución de algunas tareas.
Más allá de cualquier inclinación política de cada quien, los venezolanos, y principalmente los familiares de las víctimas mortales de esa terrible explosión, tenemos derecho de saber si hubo o no negligencia, si se han respetado o no las disposiciones constitucionales y legales en materia de seguridad industrial y laboral.
Muy bien que la Fiscalía investigue, pero también debe hacerlo el Ministerio del Trabajo y, con mucha más razón, una Asamblea Nacional que por lo menos en esta ocasión no debe sacarle el cuerpo a su evidente obligación de investigar. Esa sería la mejor manera de ser coherentes con el duelo nacional que decretó el Gobierno.
Amuay, imposible no investigar 
Por: Vladimir Villegas
El Nacional