Las calles de Santiago fueron escenario, este jueves, de una nueva marcha de estudiantes, convocada por los alumnos de secundaria con apoyo de los universitarios, que se vio empañada por violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Un mes después de una multitudinaria marcha en la capital chilena, los estudiantes buscaban retomar el pulso con el Gobierno para exigir una reforma del modelo educativo y que se fortalezca la enseñanza pública.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) calculó que más de 70.000 personas se sumaron este jueves a la movilización.
Según el balance de los carabineros, la protesta dejó 100 personas detenidas en distintas comisarías de Santiago y 17 efectivos policiales heridos, todos ellos trasladados al Hospital Institucional.
En otras ciudades chilenas se registraron al menos 50 detenidos y dos carabineros heridos, según medios radiales que no fueron confirmados por la policía.
En tanto, el ministro portavoz, Andrés Chadwick, condenó los hechos de violencia causados por encapuchados durante la marcha convocada por los estudiantes.
Chadwick indicó que se va a evaluar esta situación, para efectos de establecer a futuro exigencias mayores en el otorgamiento de estos permisos de movilizaciones estudiantiles "que al ejemplo de hoy, como lo hemos tenido en el pasado, derivan inmediatamente en actos de violencia".
Los manifestantes se congregaron frente a la Universidad de Santiago de Chile (Usach) y empezaron a caminar por la Alameda, la principal avenida de la ciudad.
El trazado previsto y aprobado por las autoridades contemplaba recorrer un tramo de la Alameda y dirigirse después hacia el sector del Club Hípico, para no acercarse demasiado a la zona donde se encuentra el Palacio de La Moneda y la mayoría de los ministerios.
Los incidentes empezaron pocos minutos después del inicio de la manifestación. Grupos de jóvenes encapuchados lanzaron piedras a la policía y trataron de mover las vallas que Carabineros había instalado para impedir que los manifestantes siguieran caminando en dirección al palacio presidencial.
La policía repelió los ataques empleando chorros de agua y gases lacrimógenos y la columna de manifestantes se partió en dos.
Desde que empezaron las protestas del movimiento estudiantil, en mayo del año pasado, una de sus principales demandas ha sido que la enseñanza básica y secundaria sea administrada por el Gobierno y no por los municipios, como ocurre en la actualidad.
En estas últimas semanas, sin embargo, los dirigentes han centrado sus discursos en el debate sobre los Presupuestos de 2013, que el Gobierno del conservador Sebastián Piñera debe enviar al Congreso antes de que finalice este mes.
Los estudiantes quieren influir en esa discusión para conseguir que se destine más dinero al reforzamiento de la educación pública en el país.
Según este dirigente, el porcentaje de alumnos de educación primaria y secundaria matriculados en escuelas públicas en Chile alcanza el 40 %, mientras que el promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es del 90 %.