Los insurgentes sirios disparaban el viernes andanadas de morteros contra las fuerzas gubernamentales en Alepo (norte), al día siguiente de haber anunciado una ofensiva "decisiva", informaron residentes.
En Damasco, en cambio, las tropas gubernamentales lanzaron un ataque contra los barrios rebeldes del norte, destruyendo casas y procediendo a arrestos, informaron militantes y el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Como cada viernes, se prevé manifestaciones contra el régimen de Bashar al Asad en todo el país a la salida de la oración en las mezquitas, con la consigna "Unificación de las brigadas del Ejército Sirio Libre", debido a las rivalidades internas que afectan a la rebelión y a la aparición de grupúsculos radicales autónomos.
En un video publicado el jueves en Youtube en nombre de la Brigada Al Tawhid, la más importante de Alepo, un hombre en civil declaró: "Hoy, el ataque contra el ejército de Asad comenzó en todos los frentes (...). La batalla de Alepo será decisiva".
"Los combates son sin precedente y no han parado desde el jueves. Antes, los enfrentamientos se producían en una o dos calles de un sector, ahora se dan en varios frentes", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH.
En uno de los barrios del centro de la ciudad controlado por el régimen y que hasta ahora no estaban afectados por la violencia, como Suleimaniyé y Sayed Ali, los habitantes informaron a la AFP de tiroteos "sin precedente".
Según el OSDH y habitantes, dichos barrios fueron blanco de disparos de mortero de intensidad inédita de parte de los rebeldes.
Por otra parte, los barrios en poder de los rebeldes, sobre todo al este, eran bombardeados por el ejército de manera incesante, según el corresponsal de la AFP.
A los bombardeos siguieron disparos de armas automáticas casi sin interrupción en esas zonas, constató en la mañana el periodista.
Una espesa humareda blanca cubría en la mañana esta metrópoli del norte del país.
Después de un importante avance a fines de julio, los rebeldes no habían efectuado ofensiva de envergadura, aludiendo sobre todo una falta de armas y municiones.
El jueves en la noche, el OSDH había dado cuenta de "cientos de combatientes" insurgentes participando en el ataque.
Paralelamente, en la capital, "las fuerzas regulares lanzaron un ataque contra los barrios de Barzé, Qabún y Jobar (...) cortando las rutas que llevan a esos barrios, detuvieron a ciudadanos en allanamientos y destruyeron casas", indicó el OSDH, sobre la base de informaciones de una amplia red de militantes.
La Comisión general de la revolución siria, una red de militantes anti-régimen, también informó de una "campaña de seguridad y militar de envergadura" en esos barrios. "Hay casas y comercios que fueron destruidos y saqueados", indicó la comisión.
El jueves, al margen de la Asamblea general de la ONU, Estados Unidos pidió al Consejo de Seguridad "tratar una vez más" de encontrar un acuerdo para poner fin al conflicto que ha dejado más de 30.000 muertos en 18 meses según el OSDH.
Según un portavoz de la ONU, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, el mediador Lakhdar Brahimi y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi lamentaron "la ferocidad de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno y la oposición".
Asimismo pidieron a los donantes aumentar sus contribuciones para operaciones humanitarias en Siria y en favor de los refugiados en los países vecinos.
La ONU estimó que a fines de 2012 serán más de 700.000 los sirios refugiados en los países vecinos, revisando en alza sus necesidades, a 487,9 millones de dólares. Según el Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), más de 500.000 sirios ya habían huido del país, de los cuales 75% son mujeres y niños.
AFP