9 consejos para evitar una indigestión
Esta claro que comer es uno de los más grandes placeres de la vida, sobre todo cuando se trata de comidas especiales; sin embargo, eso no justifica excesos ni maltratos a nuestro estómago, el cual sufre cuando comemos sin moderación.
Pero los seres humanos somos así, hacemos caso omiso a las recomendaciones y por darnos gustitos caemos en excesos que después nos pasan factura o cometemos errores a la hora de alimentarnos que también nos perjudican.
En ese sentido, comer mucho no es lo único que nos puede producir una indigestión, lo que comemos, la forma en que comemos, lo que bebemos, la hora y otros hábitos también pueden influir en nuestro proceso digestivo y causarnos malestares.
Por ello, la experta en nutrición Irene Breton de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición dio una serie de recomendaciones para favorecer los procesos digestivos y evitar malestares estomacales.
Pero los seres humanos somos así, hacemos caso omiso a las recomendaciones y por darnos gustitos caemos en excesos que después nos pasan factura o cometemos errores a la hora de alimentarnos que también nos perjudican.
En ese sentido, comer mucho no es lo único que nos puede producir una indigestión, lo que comemos, la forma en que comemos, lo que bebemos, la hora y otros hábitos también pueden influir en nuestro proceso digestivo y causarnos malestares.
Por ello, la experta en nutrición Irene Breton de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición dio una serie de recomendaciones para favorecer los procesos digestivos y evitar malestares estomacales.
Modera las cantidades: Hay que empezar a comer menos. Si hay tres piezas de carne, come solo dos o una. "Es importante comer con moderación, se puede comer lo mismo pero en pequeñas cantidades", comenta el profesor Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).
Reduce grasas y alcohol: Las grasas como dulces, carnes y embutidos retrasan el vaciamiento del estómago, mientras que el exceso de alcohol altera los movimientos del esófago y la presión del cardias, lo que favorece el reflujo e incluso una esofagitis, explica Bretón. Además daña la barrera gástrica, produce gastritis aguda y retrasa el vaciamiento del estómago.
Consume postres con fruta: Una fruta o un helado de agua (nunca de leche) son ideales para favorecer la digestión, señala el profesor Gil. Eso sí, hay que tener cuidado con los zumos de frutas si se toman como postre pues a algunas personas les sientan mal. En todo caso, es mejor la fruta entera.
Luego de comer tómate una infusión: La recomendación es una manzanilla o un té.
El licor no ayuda a la digestión: Los licores no ayudan al proceso digestivo. "No pasa nada por tomar una copita, pero no es que favorezca a la digestión, se trata más bien de una costumbre", explica Gil.
Evita el sedentarismo: Bretón recomiendo evitar estar demasiado tiempo sentados o echados después de una comida copiosa. Lo ideal es salir a caminar o dar un pequeño paseo que puede ser muy útil para facilitar la digestión.
Consume alimentos ricos en agua y fibra luego de una comilona: Si has comido en exceso, es importante compensar luego con alimentos ricos en agua y fibra. "Las comidas siguientes deben ser ligeras, con alimentos ricos en agua y fibra, como las frutas y verduras" recomienda Bretón.
Respeta los horarios de tus comidas: Diversos especialistas en nutrición y organizaciones como la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, recomiendan mantener una regularidad en los horarios de las comidas, ya que se acostumbra el estómago y los procesos de digestión.
Deja pasar por lo menos una hora después de haber comido para recostarte: En general, las cenas abundantes se toleran peor que las comidas a la hora de descansar. Por ello, la doctora Bretón recomienda evitar acostarse hasta que haya pasado por lo menos una hora después de la cena
Reduce grasas y alcohol: Las grasas como dulces, carnes y embutidos retrasan el vaciamiento del estómago, mientras que el exceso de alcohol altera los movimientos del esófago y la presión del cardias, lo que favorece el reflujo e incluso una esofagitis, explica Bretón. Además daña la barrera gástrica, produce gastritis aguda y retrasa el vaciamiento del estómago.
Consume postres con fruta: Una fruta o un helado de agua (nunca de leche) son ideales para favorecer la digestión, señala el profesor Gil. Eso sí, hay que tener cuidado con los zumos de frutas si se toman como postre pues a algunas personas les sientan mal. En todo caso, es mejor la fruta entera.
Luego de comer tómate una infusión: La recomendación es una manzanilla o un té.
El licor no ayuda a la digestión: Los licores no ayudan al proceso digestivo. "No pasa nada por tomar una copita, pero no es que favorezca a la digestión, se trata más bien de una costumbre", explica Gil.
Evita el sedentarismo: Bretón recomiendo evitar estar demasiado tiempo sentados o echados después de una comida copiosa. Lo ideal es salir a caminar o dar un pequeño paseo que puede ser muy útil para facilitar la digestión.
Consume alimentos ricos en agua y fibra luego de una comilona: Si has comido en exceso, es importante compensar luego con alimentos ricos en agua y fibra. "Las comidas siguientes deben ser ligeras, con alimentos ricos en agua y fibra, como las frutas y verduras" recomienda Bretón.
Respeta los horarios de tus comidas: Diversos especialistas en nutrición y organizaciones como la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, recomiendan mantener una regularidad en los horarios de las comidas, ya que se acostumbra el estómago y los procesos de digestión.
Deja pasar por lo menos una hora después de haber comido para recostarte: En general, las cenas abundantes se toleran peor que las comidas a la hora de descansar. Por ello, la doctora Bretón recomienda evitar acostarse hasta que haya pasado por lo menos una hora después de la cena
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