El Centro Simón Bolívar está en reparación. Desde hace un mes, cuadrillas de contratistas del Gobierno del Distrito Capital están desplegadas por los pasillos realizando obras de mejoramiento para la edificación. Un grupo cambia el cableado de las lámparas de los pasillos comerciales, otro limpia la piedra de las fachadas y otro aplica pintura en los frisos, colgados en andamios de las Torres de El Silencio, que también han servido de tendedero de ropa para los damnificados alojados en los ministerios.
Este martes, la faena de la restauración en la Plaza Caracas se unió a la instalación de un Mercal que este fin de semana ofrecerá el pernil navideño.
En un mes de trabajo se nota la diferencia. Las entradas de los ministerios del Ambiente, Trabajo y Cultura lucen mejor cara.
Miguel Ángel González, supervisor de una cuadrilla de obreros, explicó que están utilizando un desengrasante especial para limpiar el mármol y el mosaico vitrificado que recubre paredes, techos y columnas de casi todo el conjunto.
“La superficie tiene una capa de un cuarto de milímetro de espesor de grasa, hollín, óxido y residuos de calcio de las filtraciones y de plástico”, acotó.
Jesús Manuel Balza tiene 37 años trabajando como comerciante en el pasaje Río Caroní del Centro Simón Bolívar, expresó que la limpieza mejoró, pero dijo que “falta mucho por hacer”.
“Las escaleras están muy deterioradas, a pesar de que para el Bicentenario le pusieron un poco de cemento (…) además, hay que reforzar la seguridad”, resaltó.
En este sentido, agregó que “esto era el Sambil de antes. Uno cerraba a las 8:00 pm, ahora a las 5:00 pm por la inseguridad, sólo ves policías cuando está lloviendo y se meten aquí para guarecerse”.
Con información de Últimas Noticias
