EFE).- La exsenadora colombiana Piedad Córdoba, líder de un grupo de intelectuales que busca facilitar una salida al conflicto interno, aseguró hoy en Bogotá que con la reciente muerte de “Alfonso Cano”, alias del jefe máximo de las Farc, se abortó un proceso de liberación de rehenes y de diálogo con esta guerrilla.
Córdoba dijo en una entrevista con la radio RCN que, incluso, el día de la caída de “Cano”, el pasado 4 de noviembre, ya la “habían empezado a contactar” los rebeldes para avanzar en las gestiones de puesta en libertad de los uniformados que mantienen cautivos.
"Cano”, alias de Guillermo León Sáenz, murió ese día por la noche en las montañas de Suárez, población del departamento suroccidental del Cauca, en una gran operación militar
El líder guerrillero, antropólogo de 63 años, ejercía como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde mediados de 2008, cuando sucedió al fundador del grupo, Pedro Antonio Marín (“Manuel Marulanda” o “Tirofijo”), que murió poco antes de una afección cardíaca.
“Llegué a Colombia exactamente el día del asesinato del comandante ‘Alfonso Cano’, en las horas de la mañana, cuando ya me habían empezado a contactar, para comenzar los asuntos pendientes“, sostuvo Córdoba, quien en el pasado facilitó la puesta en libertad de al menos una docena de cautivos.
Los insurgentes mantienen en su poder a 21 policías y militares, uno de ellos desde diciembre de 1997, y son los últimos que retienen de un grupo mayor superior al medio centenar que pretendían intercambiar por medio centenar de sus presos en Colombia y Estados Unidos.
Sin embargo, dijo que el Ejecutivo del presidente Juan Manuel Santos abortó las eventuales gestiones humanitarias y de búsqueda de una salida política al conflicto.
“Me da la sensación de que el Gobierno quiere que los maten (a los secuestrados), y me da la sensación de que genera escenarios para que los asesinen, porque es mucho más fácil decir a la opinión pública: los mató las FARC que decir que las acciones que son absolutamente inhumanas”, expresó Córdoba.
Es “lamentable” que sea el presidente quien haya “tomado esa decisión de abortar estas liberaciones, de abortar este proceso de paz“, añadió la activista, y apuntó: “Yo creo que él mismo no está muy seguro de que el paso sea el diálogo y la negociación política”.
Córdoba, de origen liberal, lidera el colectivo Colombianas y Colombianas por la Paz (CCP) y perdió su escaño en el Senado en septiembre de 2010, por decisión del Ministerio Público, que la sancionó por colaborar con las FARC.
El grupo CCP abrió hace más de dos años un “intercambio epistolar” con las Farc y el también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), tendente a la búsqueda de una salida política al conflicto interno.