Una nueva investigación encontró que tres de cada 10 usuarios de la sustancia, que fue clasificada como droga ilegal en 2010 en Europa, presentan síntomas asociados a la dependencia.
La droga -conocida como mefe, miau-miau, mcat o drona- es un estimulante que produce efectos similares a las anfetaminas y éxtasis, como euforia e incremento de un estado de alerta.
Aunque todavía se conoce muy poco sobre su composición y efectos, se ha ubicado como una de las sustancias favoritas de consumo en fiestas y discotecas entre jóvenes de entre 16 y 24 años.
Según cifras del gobierno británico es la segunda preferida por esta población, después de la marihuana.
Ahora un nuevo estudio revela que -al contrario de lo que se piensa- la droga parece ser más dañina y adictiva que drogas como la cocaína.
Los datos surgen de un sondeo llevado a cabo por investigadores del Instituto de Psiquiatría del King´s College de Londres con 100 usuarios de mefedrona reclutados en una revista del círculo de clubes y discotecas en Inglaterra.
Los resultados mostraron que 47% de los encuestados habían tomado la droga durante dos o más días consecutivos.
Y 30% de éstos informaron que exhibían síntomas vinculados a la dependencia, como síndrome de abstinencia y fracaso en sus intentos para dejar de tomarla.
La droga, que se presenta en polvo blanco y puede exhalarse como la cocaína o tomarse en cápsulas y tabletas, comenzó a volverse muy popular en 2007 en las discotecas de muchos países -y a sustituir al éxtasis como droga favorita- principalmente porque era legal y barata.
En 2008 las autoridades se dieron cuenta de la droga y fue clasificada ilegal en 2010 en Europa y en septiembre de este año en Estados Unidos.
Riesgos desconocidos
Hasta ahora, sin embargo, debido a que no han podido llevarse a cabo estudios con el compuesto, se desconoce cuales son sus efectos o riesgos a la salud.
Muchas otras drogas ilegales, como las anfetaminas o éxtasis, fueron desarrolladas originalmente como medicinas y se sabe cuáles son sus riesgos.
Pero la mefedrona no tiene una historia farmacéutica y se cree que fue creada en laboratorios clandestinos por lo tanto se desconocen sus efectos a largo plazo.
Lo que sí se sabe, como lo reveló un sondeo del gobierno británico en julio pasado, es que la mefedrona ocupa el segundo lugar, después de la marihuana, en popularidad entre los jóvenes.
Tampoco se sabía si la droga causaba adicción.
El doctor Adam Winstock, quien llevó a cabo el estudio, subraya que éste estuvo basado en entrevistas telefónicas con 100 usuarios de mefedrona por lo tanto no ofrece un diagnostico exacto de dependencia.
La única forma de llevar a cabo un diagnóstico preciso de adicción -señala- es con una evaluación clínica adecuada.
Sin embargo, la investigación utilizó en las entrevistas un sistema de clasificación que se utiliza en la clínica, llamado criterio de abuso de sustancias, en el que los participantes responden sobre siete aspectos de su uso de drogas.
Estos incluyen: aumento en la tolerancia de la sustancia, síndrome de abstinencia, consumo de más mefedrona de la que se intentaba, fracaso en los esfuerzos para reducir o evitar el consumo, pasar mucho tiempo hablando de la droga o recuperándose de su uso, renunciar a actividades sociales, profesionales y recreativas a causa de la droga y continuar tomándola a pesar de problemas de salud asociados a la droga.
Los resultados mostraron que 30% de la muestra cumplía con estos criterios de dependencia.
"Y encontramos evidencia de una fuerte compulsión en el uso de la droga" afirman los investigadores.
Los autores concluyen que "la mefedrona tiene una alta propensión de abuso y riesgo para la salud, con cada vez más tolerancia, pérdida de control y compulsión de uso, los síntomas más comúnmente presentados en este informe".
Los resultados del estudio aparecen publicados en la revista Addiction.
BBC