AFP).- El tenista español Rafael Nadal, con una lesión de rodilla que le ha impedido ganar con su equipo nacional la semifinal de la Copa Davis ante Estados Unidos, concedió una entrevista a la revista Vanity Fair en la que refleja toda su sencillez.
‘Rafa’, como lo llaman corrientemente, de 26 años de edad, hizo unas declaraciones en las Islas Baleares a la publicación en su versión española, la que lo designó “Personaje Vanity Fair del Año”.
“El éxito no es la victoria, sino todo lo que has peleado por ganar. La certeza de que has hecho todo para conseguir lo que querías”, resume en una de sus respuestas durante el encuentro.
A diferencia de otros profesionales del deporte a alto nivel que parecen estar obsesionados por el dinero, el manacorí le resta importancia y aclara que el tema lo deja en manos de su padre.
“Estoy lejos de saber cuánto dinero tengo. No es algo de lo que yo me preocupe directamente. Se encarga mi padre (…) No tengo demasiados caprichos. Sólo me he comprado un coche en mi vida, después de ganar la (primera) final de Wimbledon”, explica con absoluta sobriedad el tenista, cuyos amigos destacan siempre su gran generosidad.
Sobre cuánto tiempo piensa seguir jugando, no dio un plazo concreto, pero señaló: “dentro de cinco años tendré ya 31 y teniendo en cuenta que empecé a los 16, ¿quién sabe…?”.
También habló sobre lo positivo de la vida tranquila de pueblo y de vivir aún con sus padres, así como la discreción que rodea su relación con Xisca Perelló
“Ser de pueblo hace que las relaciones familiares sean más estrechas. Vivo con mis padres y mi hermana y visito a mis tíos a diario. He sido feliz con esta forma de entender la familia”, dijo, así como mencionó la necesidad de mantener su intimidad fuera de los objetivos de las cámaras. “Sino, se convierte todo en un show innecesario e incómodo”, subrayó a Vanity Fair.
