El Reino Unido ha logrado esquivar su tercera recesión desde 2008 al registrar un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,3 % en el primer trimestre del año, según datos preliminares difundidos hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
De acuerdo con la ONS, el PIB subió gracias al impulso del sector servicios -que creció un 0,6 % en el periodo-, motor de la economía del país con una contribución de más del 75 % al producto interior bruto.
También contribuyó el auge de las empresas de energía, que vieron aumentar su demanda debido a la ola de frío y las nevadas que azotaron el país.
"Estas cifras son una señal alentadora de que la economía se está sanando. Pese a un contexto económico duro, hacemos progresos", constató al conocer los datos el ministro de Economía, el conservador George Osborne.
La cifra dada a conocer hoy, que será revisada por la ONS en otras dos ocasiones, es un alivio para el Gobierno de David Cameron, cuya política económica basada en los recortes del gasto público es muy cuestionada por estrangular el crecimiento.
Además de la oposición política, el Ejecutivo ha recibido presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que revise sus medidas de austeridad, mientras que dos agencias de medición del riesgo crediticio han despojado al Reino Unido de su triple A de máxima solvencia por el estancamiento económico.
Los mercados suspiraron también aliviados al conocer el dato de hoy, pues temían una contracción económica en el primer trimestre de 2013 que, sumada a la del 0,3 % registrada en los tres últimos meses de 2012, hubiera llevado al país a su tercera recesión desde la crisis crediticia de 2008.
No obstante, los analistas advierten de que, pese al repunte de enero a marzo, la economía británica sigue muy debilitada -un 2,6 % por debajo de sus niveles pre-crisis-, por lo que no se pueden descartar nuevas caídas en el futuro.
En particular, sigue a la baja el sector manufacturero y el de la construcción, que retrocedió un 2,5 % en el primer trimestre.
Tampoco son muy alentadores otros indicadores económicos, con una inflación en el 2,8 %, el consumo en mínimos y un índice de desempleo del 7,9 %.
Pese a los recortes del gasto público, el endeudamiento del Estado fue en el último año fiscal de 120.600 millones de libras (141.361 millones de euros), con una deuda neta de 1.185,8 billones de libras (1.389,93 billones de euros), el 75,4 % del PIB, según las últimas estadísticas oficiales.
La oposición laborista critica que las medidas de austeridad no solo atenazan el crecimiento sino que no han conseguido reducir el déficit, que es el principal objetivo del Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas.
Tanto el Ejecutivo como el Banco de Inglaterra han tomado medidas para incentivar la actividad económica sin que de momento hayan dado resultados destacados.
El banco central anunció ayer la extensión hasta 2015 de su programa de facilitación del crédito para promover los préstamos a las pequeñas y medianas empresas, con el que ofrece a los bancos un fondo de 80.000 millones de libras (92.800 millones de euros) a bajo interés con la condición de que presten a las pymes.
Además, tiene en marcha un programa de compra de activos a instituciones públicas y empresas privadas a fin de inyectar dinero en la economía, en el que ya ha invertido 375.000 millones de libras (unos 435.000 millones de euros).
Con los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 %, cada vez quedan menos alternativas de política monetaria para reactivar la actividad económica, mientras el Gobierno rechaza aumentar la inversión.
Osborne se ha visto obligado no obstante a rebajar al 0,6 % su previsión de crecimiento para este año, similar al 0,7 % augurado por el FMI.
La noticia del crecimiento del PIB en el primer trimestre provocó hoy una subida del 1 % en la cotización de la libra esterlina frente al dólar, hasta 1,54 dólares.EFE