La muerte de Robin Williams golpeó al mundo y una de las grandes pasiones del actor estadounidense era el béisbol y sobretodo el juego de los San Francisco Giants.
Un 11 de agosto del 2014 a los 63 años, el protagonista de innumerables películas perdió la vida y en el recuerdo quedarán sus visitas al campo para ver jugar a los ´Gigantes´.
Williams animaba al público antes de los cotejos y aprovechaba su humor así como su peculiar estilo para motivar a los fanáticos, sobretodo ante cuadros fuertes como los New York Yankees.
La última vez que las cámaras captaron al actor jugando béisbol, su mayor afición, fue durante las grabaciones de la serie The Crazy Ones. ¡Un partida irreparable!