La “muela del juicio” o terceros molares al ser las últimas en salir causan complicaciones que deben ser intervenidas quirúrgicamente, ya que pueden producir problemas y secuelas irreparables de tipo infeccioso, sinusitis y daño a los nervios circundantes como sensación de entumecimiento y hormigueo.
Jim Romero Lloclla, del Minsiterio de Salud aseguró que la “muela del juicio” se queda atrapada en el hueso de forma total o parcial que por lo regular son hereditarios (problemas de tamaño; muelas grandes y huesos maxilares pequeños) y congénitos.
El experto, agregó que existen otras causas como la mala posición de la muela, aparición de dientes extras, quistes y tumores vecinos al germen (así se llama a los dientes y muelas cuando están dentro del hueso antes de salir) del tercer molar.
La salida de la “muela del juicio” es una consecuencia del desarrollo normal de la dentición de una persona, aunque existe parte de la población que carece de todas las muelas de juicio o de algunas de ellas.
Estos dientes pertenecen a la segunda dentición de los adultos y se les conoce como muela de juicio porque aparecen alrededor de los 17 a 25 años, cuando ya se tiene un juicio más desarrollado y completo que cuando aparece el resto de la dentición definitiva.
Todos estos problemas pueden ser prevenidos si el paciente asiste con regularidad a su dentista a través de visitas semestrales, el profesional podrá detectar fácilmente la posibilidad de atrapamiento de las muelas del juicio.
El cirujano máxilofacial está capacitado para operar en caso de ser necesario las cuatro muelas del juicio en una sola intervención de 30 a 60 minutos de duración, con un mínimo de efectos secundarios, como inflamación y dolor.
PUB