El motivo de la disputa fueron los gritos dirigidos a Ronaldo desde el banco de suplentes. Su desempeño en el terreno de juego no fue del agrado de Mourinho, quien lo retaba por perder balones y no mostrar actitud para recuperarlos.
Esto provocó el rechazo del delantero, quien no compartía las opiniones de ‘Mou’, por tal motivo se lo hizo saber en el vestuario después del partido. En seguida, la discusión fue tomando niveles altos a tal punto que tuvieron que intervenir sus compañeros para evitar que todo pase a mayores