Una mujer estadounidense, quien sufría del peor caso de gigantismo del mundo, murió a los 34 años debido a las diversas complicaciones cardíacas que la enfermedad le causó.
La fémina llamada Tanya Angus llegó a medir más de 2.10 metros y pesar unos 200 kilos.
Para las personas Tanya era un extraño caso, pues crecía sin parar y tenía un cuerpo anormal. Cuando tan solo tenía 21 años ya medía un metro noventa y pesaba 70 kilos.
En los últimos años de vida, a Angus le costaba caminar y la única manera de disminuir su dolor era flotar en una alberca.
Con información de TV Notas