La Organización Mundial de la Salud (OMS) repudió la creciente ola de ataques a médicos, enfermeras y otros trabajadores del sector que atienden a la población atrapada en medio de conflictos armados y otras crisis de salud.
La agencia de la ONU lamentó esta actitud contra quienes realizan un trabajo humanitario y señaló que en ocasiones la violencia también se extiende a los pacientes.
En los márgenes de la Asamblea General de la ONU, la directora general de la OMS, Margaret Chan, presidió un debate de alto nivel sobre la necesidad de proteger a los trabajadores de salud.
El año pasado se reportaron asaltos a instalaciones sanitarias, trabajadores de salud y enfermos en Gaza, la República Centroafricana, Siria y otros países con conflictos.
Chan destacó que esas agresiones no sólo continúan sino que van en aumento.
"Se trata de una tendencia muy preocupante. Los trabajadores de salud tienen la obligación de tratar a los enfermos y heridos sin discriminar. Los Estados deben respetar este principio y no castigar a esos trabajadores por cumplir con su labor", apuntó.
Los datos de la OMS indican que la violencia no se limita a las situaciones de conflicto sino que ocurre en toda clase de contextos y en prácticamente todo el mundo, por lo que Chan llamó a no ver esta situación como una nueva normalidad y pidió proteger a esos trabajadores.
