La palabra descifra el entorno, lo codifica y le da utilidad. La palabra no pasa, queda para siempre y determina a su emisor. La palabra no pasa, pero se transforma.
Por esos los discursos de Henrique Capriles y Hugo Chávez han variado durante la campaña electoral; por eso y porque nadie es de tal o cual manera, sino que va siendo de muchas.
Considera la analista Mariana Bacalao que el discurso del presidente Chávez ha sido “el que más golpes de timón” ha tenido durante los últimos meses. “Mientras que el de Capriles ha mantenido su contenido de principio a fin”.
Bacalao destaca que el candidato opositor prometió desde los primeros compases de la campaña dar continuidad a la gestión de Chávez en materia social, pero con un agregado cuya ausencia es “lo que la gente más ha criticado“: eficiencia.
En cambio piensa que Hugo Chávez ha debido variar sus palabras “entre el amor y la violencia”. En todo caso, la analista sí acepta un cambio en las expresiones de Henrique Capriles: la emotividad.
“El tema de la emoción ha venido creciendo, y aunque no diría que ha ido hacia la confrontación sí más hacia mostrar los errores, el tema este de promesas versus hechos. Lo que no se ha cumplido: esto fue lo que se prometió y esto es lo que hay”.
Mariana Bacalao ve en Capriles al candidato que habla de pasar la página y reconstruir el sentido de unidad para que la gente sienta que “podría vivir en un entorno menos caótico y menos amenazante”.
La ofensiva de Capriles y la defensiva de Chávez
El dirigente chavista Luis Figuera señala cambios más radicales en los discursos de los aspirantes presidenciales de la polarización.
Lea con atención: “Al principio encontramos un discurso ambiguo por parte de Capriles, uno en el que imitaba a Chávez. Pero a falta de 20 días vimos a un Capriles más atrevido, y eso lo hizo ganar adeptos entre los indecisos: la gente comenzó a ver a Capriles como una opción política”.
Figuera, escritor y expresidente del Consejo Legislativo de Anzoátegui, ubica esa ofensiva opositora en el ataque a problemas como la inseguridad.
Esa ofensiva, según Figuera, obligó a Chávez a comenzar una defensiva “para evitar la penetración total de Capriles entre los indecisos”.
“Chávez tuvo que comenzar a decir que es él quien garantiza la paz, tuvo que discutir la agenda de Capriles”, expresó Figuera.
Aunque en los seres humanos la fuerza del verbo radica en su impacto para persuadir semejantes, es tal la fuerza de la palabra, que el Génesis relata cómo a través de ella fue creada la realidad por un ser que dijo: “Hágase la luz“.
El 7 de octubre, lo dicho por Chávez, Capriles, María Bolívar, Luis Reyes, Orlando Chirino y Reina Sequera podrá ser mensurado también para crear, para crear la Venezuela que quiera la mayoría.
Noticia 24Néstor Luis González