Al menos cuatro personas murieron en Argentina tras las lluvias y los vientos de más de 100 kilómetros por hora que se abatieron el lunes sobre distintas zonas del país, provocando importantes daños y cortes en los servicios de agua y luz, informaron hoy fuentes oficiales.
Dos de los fallecidos eran obreros que perdieron la vida al derrumbarse el edificio en el que trabajaban en la localidad de Banfield, en la provincia de Buenos Aires.
Los otros dos fallecieron en Villa del Rosario, en la provincia de Córdoba (centro), "como consecuencia de la fuerte lluvia y piedra", según informó el alcalde de la localidad, Roberto Herrera.
En la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires el fuerte viento afectó además a los suministros de agua y luz de varios municipios, especialmente el de Esteban Echeverría, indicó el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, quien hoy visitó la zona.
"Ahora viene la etapa de reconstrucción, sobre todo de los tendidos eléctricos", indicó Granados, quien calificó la situación de "lamentable".
Otras de las localidades de la provincia de Buenos Aires más afectadas por los fuertes vientos fue Chivilcoy, donde más de 50 personas tuvieron que ser evacuadas.
En declaraciones a los medios, el alcalde de Chivilcoy, Aníbal Pittelli, aseguró que "toda la ciudad fue afectada" por lo que definió como "un tornado".
"Fue algo que nunca vi en mi vida, dijo Pittelli, quien explicó que la tormenta dejó más de mil árboles caídos, casas derrumbadas y a la ciudad sin luz ni agua.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, de visita en Chivilcoy para supervisar el trabajo realizado por los 300 gendarmes enviados a la zona por el Gobierno, informó que hay "65 familias afectadas".
"Un techo se arregla, pero una vida no se recupera" afirmó Berni, quien precisó que el Ministerio de Planificación "envió un grupo electrógeno para dar energía a la ciudad y para no cortar la cadena de frío de los supermercados".
EFE
Dos de los fallecidos eran obreros que perdieron la vida al derrumbarse el edificio en el que trabajaban en la localidad de Banfield, en la provincia de Buenos Aires.
Los otros dos fallecieron en Villa del Rosario, en la provincia de Córdoba (centro), "como consecuencia de la fuerte lluvia y piedra", según informó el alcalde de la localidad, Roberto Herrera.
En la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires el fuerte viento afectó además a los suministros de agua y luz de varios municipios, especialmente el de Esteban Echeverría, indicó el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, quien hoy visitó la zona.
"Ahora viene la etapa de reconstrucción, sobre todo de los tendidos eléctricos", indicó Granados, quien calificó la situación de "lamentable".
Otras de las localidades de la provincia de Buenos Aires más afectadas por los fuertes vientos fue Chivilcoy, donde más de 50 personas tuvieron que ser evacuadas.
En declaraciones a los medios, el alcalde de Chivilcoy, Aníbal Pittelli, aseguró que "toda la ciudad fue afectada" por lo que definió como "un tornado".
"Fue algo que nunca vi en mi vida, dijo Pittelli, quien explicó que la tormenta dejó más de mil árboles caídos, casas derrumbadas y a la ciudad sin luz ni agua.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, de visita en Chivilcoy para supervisar el trabajo realizado por los 300 gendarmes enviados a la zona por el Gobierno, informó que hay "65 familias afectadas".
"Un techo se arregla, pero una vida no se recupera" afirmó Berni, quien precisó que el Ministerio de Planificación "envió un grupo electrógeno para dar energía a la ciudad y para no cortar la cadena de frío de los supermercados".
EFE