(EFE).- El Ayuntamiento de Barcelona cederá a las desarrolladores y empresas tecnológicas las infraestructuras y los datos de la administración, que no tengan un carácter privado, para que puedan crear servicios y aplicaciones de interés publico inmediato para los ciudadanos.
El nuevo gerente municipal de Informática (IMI), Manel Sanromà ha explicado a Efe que la Comisión Europea ha elegido a Barcelona para liderar este proyecto, bautizado como iCity y del que también forman parte Bolonia, Génova y Londres, para que sean especialmente las pequeñas empresas innovadoras las que se incorporen al proceso de convertir las urbes europeas en ciudades más inteligentes.
Las posibilidades que se abren, explica Sanromà, son muchas: aprovechar el sistema de información on line de la red de autobuses para darle otro uso (comercial, cultural...) o utilizar los índices de contaminación o polen para enviar mensajes al móvil a los ciudadanos alérgicos para que como prevención usen sus inhaladores.
Otro ejemplo sería aplicar los datos de geoposicionamiento del mobiliario y otros elementos urbanos, de los que dispone el ayuntamiento, para crear una aplicación para dispositivos móviles que sirva de guía para que las personas ciegas puedan moverse con más tranquilidad por la ciudad ya que sabrán donde se encuentran los obstáculos fijos.
"No se trata de que la administración sea la que genere los servicios sino que abre un nuevo mercados para que sean las pymes las que las desarrollen" ha explicado el gerente del IMI, para quien es esencial que el sector privado, y más en concreto el de las pequeñas empresas se sume al proceso de convertir Barcelona en una smart city.
La idea del proyecto del iCity ha partido del propio consistorio barcelonés que pretende que el concepto de ciudad inteligente "no sea únicamente una filosofía" sino que se plasme en proyectos aplicados de los que el ciudadano pueda hacer un uso intensivo cuando se mueva por las calles.
Entre los elementos que se ponen a disposición del proyecto está por ejemplo la red de fibra óptica, centenares puntos wi-fi o los millones de datos sobre geoposicionamiento.
"Todo esto se pone a disposición pública para que los desarrolladores le echen imaginación, le den a la cabeza para ver qué productos y servicios se puedan crear, de pago o no, la idea es generar un posible valor añadido", indica Sanromà.
Por el momento, han informado fuentes municipales, cerca de un centenar de pequeñas empresas han mostrado su interés por participar en el proyecto.
El Instituto Municipal de Informática, del que es gerente Sanromà forma parte del área de Hábitat Urbano del ayuntamiento de Barcelona.
El proyecto, que se comenzará a desarrollar el próximo mes de enero, tiene un presupuesto global de 5,2 millones de euros para los próximos tres años, de los que la Comisión Europea aporta dos y el consistorio barcelonés 539.000 euros, además de sus recursos humanos.
Junto al Ayuntamiento de Barcelona, en el iCity también colaboran cuatro empresas y entidades: Abertis, Cysco, el IN3 (UOC) y el Citilab de Cornellà