(dpa) – Disidentes cubanos desestimaron hoy en Washington el anuncio realizado por las autoridades de La Habana acerca de que por primera vez en más de medio siglo los cubanos podrán comprar y vender sus viviendas y lo calificaron de un “engaño” de los hermanos Castro para “mantenerse en el poder” como sea.
“Todos sabemos que la libertad económica no trae libertad ni democracia a un pueblo, y mucho menos a un país que lleva 52 años bajo una tiranía férrea”, dijo a periodistas Normando Hernández González, uno de los 75 disidentes de la “primavera negra” de 2003 liberados el año pasado en el marco de la inédita mediación entre el gobierno de Raúl Castro y la Iglesia católica cubana.
“Las libertades económicas deben venir precedidas de libertades políticas”, sostuvo Hernández, para quien el anuncio realizado este jueves por el diario “Granma” sobre la compraventa de viviendas no es más que un intento de “engañarse a ellos mismos (los Castro) y de confundir a la opinión pública internacional para lograr su objetivo: mantenerse en el poder bajo cualquier circunstancia”.
En referencia a las numerosas tácticas que durante años emplearon los cubanos para disfrazar de “permuta” -o intercambio de viviendas, una de las pocas maneras permitidas hasta ahora de cambiar de casa- lo que en realidad era una transacción comercial.
Por su parte, el también expreso político liberado José Luis García Panque cuestionó la “imagen de la liberalización de la economía” que está dando el gobierno de Raúl Castro cuando, recordó, “en Cuba no existe el derecho de propiedad”.
Se respondió a sí mismo rápidamente: “Nada más hay que entrar a Cuba y ver si realmente, después de más de cinco años de gobierno de Raúl Castro, la economía cubana ha mejorado, y la realidad está en la mesa del cubano, en la casa del cubano, en la reparación de ese automóvil de los años 50… nada más miremos eso”, dijo.
Hernández y Panque, junto al también exdisidente preso Regis Iglesias Ramírez, se reunieron hoy en Washington con congresistas cubano-estadounidenses tanto republicanos como demócratas, quienes los calificaron como un “ejemplo de dignidad, de sacrificio, de dolor pero también de esperanza para el pueblo cubano”.
De la mano de representantes del Partido Popular Europeo (PPE), los tres disidentes cubanos están realizando una pequeña gira por Estados Unidos que en los pasados días los llevó a reunirse en Dallas, Texas, con el expresidente estadounidense George W. Bush y el ex jefe de gobierno español José María Aznar.
Tras su estancia en Washington se desplazarán mañana viernes a Miami, donde también tienen previsto reunirse con miembros de la comunidad cubana.