La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ordenó que los diplomáticos brasileños en Siria abandonen ese país dada la inseguridad que se vive en Damasco, debido a la rebelión contra el Gobierno de Bachar al Asad, informó hoy la Agencia Brasil (oficial).
El embajador brasileño, Edgar Casciano, y los funcionarios que trabajan en la legación diplomática en Damasco abandonaron Siria ayer y se trasladaron a Beirut, donde continuarán con sus funciones, indicó la fuente.
Casciano dijo a la Agencia Brasil que el Gobierno de Rousseff también analiza la posibilidad de ofrecer ayuda para retirar de Siria a los ciudadanos brasileños que así lo soliciten.
Según los cálculos del diplomático, en el país residen unos 3.000 brasileños, la mayoría de ellos en Damasco.
El embajador dijo que la situación en la capital siria se tornó "imposible" esta semana, debido a los cruentos enfrentamientos entre los rebeldes y las tropas leales a Al Asad.
"Era imposible poner un pie en la calle, debido a los disparos. Es una situación extremadamente problemática", consideró el diplomático brasileño, quien ocupa el cargo de embajador en Siria desde hace cuatro años.
EFE
