El psicólogo Carlos Saúl Rodríguez, conocido por su trabajo en la motivación de la selección venezolana de fútbol, dijo en Noticias24 Radio que el último logro de La Vinotinto Sub-17 fue motivo de mucha alegría para todos: “Ahora uno no sabe quién ganará entre Venezuela y Argentina”.
El especialista aseguró que los jugadores “han crecido y están a nivel de otros equipos; son varios los factores que los caracterizan, en principio el liderazgo de Dudamel, ese muchacho tiene mucho que dar, ha evolucionado”.
Agregó que en la selección hay muchachos “que van siguiendo el ejemplo del equipo de mayores, se les ha enseñado la disciplina que antes no tenían. Venezuela está viviendo un momento en el que los equipos, desde los grandes hasta menores, tienen una dirección clara de lo que se está haciendo”.
Con respecto al desenvolvimiento de Dudamel como técnico dijo que “él es un hombre con mucha garra, con visión competitividad, ímpetu.Tiene una fuerza emocional que transmite: cuando se tiene un técnico que traspasa la frontera técnica, es bueno para la suma”.Rodríguez aclaró que la Sub-17 siempre debe estar preparada para evitar los goles en todo momento, “el juego no está escrito hasta que no termine el último minuto”.
Destacó que la preparación “técnica es higiénica”, de esa manera las personas preparadas “evitan que resten, pero el ímpetu permite que sumen, las selecciones como todas organizaciones evolucionan y crecen al tener un nivel de madurez. En la época de Richard Páez no se ganaba o se perdía, se perdía y se aprendía”.
Asimismo manifestó que con nuevos aprendizajes se logró cohesionar al equipo logrando soluciones con la finalidad de alcanzar retos, además “ahora todo se trabaja de forma organizada, no hay bajones, todo el mundo está metido en eso, hay nuevos líderes que sobrepasan la capacidad técnica y estos nuevos muchachos están alineados con una cultura de ganadores ya no hay cultura de perdedores y los resultados lo dicen”.
En relación al jugador número 12, los fanáticos, indico que hay dos tipos: “Los presentes en el estadio y los que están en su casa haciéndole seguimiento al partido. Por eso los jugadores se toman mucho más en serio lo que deben hacer y el que está en el estadio es el que llega a los huesos, al tuétano”.
“Los jugadores son como un artista que le brinda al público las mejor de las funciones, un estadio vacío seria como un concierto sin gente”, concluyó Rodríguez