Víctimas del cólera en Haití defienden por primera vez su caso contra la ONU
Un año después de acudir a la justicia estadounidense para exigir responsabilidades, víctimas de la epidemia del cólera que se desató en Haití en 2010se presentaron hoy por primera vez ante un juez federal de Nueva York para defender su caso contra Naciones Unidas.
En una vista oral convocada por el juez Paul Oetken, los abogados de los demandantes argumentaron que la ONU violó una disposición de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de 1946, por lo que consideran que el organismo no goza en este caso de inmunidad y, por tanto, piden que el proceso siga adelante.
Se trata de la primera vez en la que se celebra una audiencia en un tribunal federal de Manhattan tras las dos demandas contra la ONU por la epidemia de cólera en Haití, con la que las víctimas buscan responsables y una compensación económica a la que no ponen número, aunque algunos expertos cifran en 50.000 millones de dólares.
Durante la vista de hoy, que se extendió por espacio de casi dos horas y a la que no acudió ningún representante de Naciones Unidas, se escucharon los argumentos de los abogados de las víctimas y del Gobierno estadounidense, y posteriormente el magistrado se reservó para más adelante su decisión.
El principal argumento de los demandantes es que la ONU violó la sección 29 de la citada convención, según la cual en caso de disputa el organismo está obligado a establecer un mecanismo para compensar a las víctimas, por lo que al no cumplirla creen que no gozaría de inmunidad y, por tanto, debería permitir el juicio en Nueva York.
Desde que se presentó la demanda hace un año “la ONU se ha negado a recibir a los abogados de las víctimas y tampoco nos deja que le entreguemos las citaciones judiciales”, aseguró hoy al juez la abogada Bea Lindstrom, integrante del equipo de letrados que representa a los demandantes.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense, que acudió a la vista porque la sede de Naciones Unidas está en su país, recordó hoy que según el artículo 2 de esa convención, la ONU goza de inmunidad contra cualquier procedimiento judicial “a excepción de los casos en los que renuncie expresamente a esa inmunidad”.
La fiscal Ellen Blain aseguró, por tanto, que la ONU no puede ser juzgada en los tribunales estadounidenses, dijo que la única salida es llevar el caso al Tribunal Internacional de La Haya y fue más allá al advertir al juez de que retirar esos privilegios abriría la puerta a otros procedimientos judiciales parecidos en el mundo.
Los abogados de las víctimas presentaron en octubre de 2013 una demanda en la que acusan a las Naciones Unidas de haber introducido el cólera en 2010, lo que desató una nueva epidemia que desde entonces ha dejado más de 8.500 muertos y más de 700.000 afectados por la enfermedad, una querella con la que buscan compensaciones.
En concreto, acusan a un contingente nepalí de la misión de la ONU en Haití (Ministah) de haber contaminado un río con desechos de sus residuos fecales, y aseguran que la ONU “supo o debería haber sabido” que sus “imprudentes” prácticas de saneamiento y de manejo de desechos “entrañaban un alto riesgo de dañar a la población”.
Naciones Unidas no considera “admisibles” las demandas de las víctimas y se acoge a la Convención de Privilegios e Inmunidades para no responder por lo ocurrido, aunque el secretario general, Ban Ki-moon, se ha comprometido a seguir colaborando con las autoridades haitianas para eliminar la enfermedad en el país antillano.
“No vamos a parar hasta que se haga justicia. Estamos dispuestos a llegar hasta la Corte Suprema si hace falta, y mientras tanto seguiremos presionando para que el caso del cólera en Haití sigue en la agenda”, dijo hoy a Efe Quener Joseph, uno de los haitianos que apoya la querella contra la ONU en Nueva York.
Científicos internacionales establecieron en diferentes informes de investigación que existe un vínculo entre el contingente de “cascos azules” nepalíes que se instaló en el país antillano en 2010 y la reaparición del cólera en Haití.