Rajoy advierte de que frente al Estado de Derecho «no caben astucias»
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado la importancia del respeto al Estado de Derecho y ha destacado que en la Unión Europea todas las ideas «son legítimas, todas las convicciones son defendibles, mientras se promuevan por medios pacíficos y por los cauces de legalidad». En ese sentido, ha advertido de que el respeto al Estado de Derecho es una seña de identidad de la Unión Europea, y «no caben astucias, atajos ni añagazas». Rajoy ha intervenido este jueves en la apertura del curso académico del Colegio de Europa, en Brujas.
«La Unión Europea es una comunidad de Derecho, basada en la legalidad nacional e internacional. Europa nace para unir a ciudadanos europeos, aunar fuerzas, y para ser un antídoto frente a movimientos que pretenden separar personas y erigir barreras», ha explicado Rajoy.
En su intervención, ha hecho una advertencia clara: «La integración es el signo de los tiempos, la única manera que tenemos para garantizar nuestra fortaleza e influencia en este siglo XXI. Una Europa presa de nacionalismo separatistas y excluyentes correría el riesgo de verse diluida y debilitada. No podemos permitir bajo ninguna concepto que suceda, ya que el precio será demasiado alto y afectaría a la parte nuclear del proyecto europeo, la integración de los estados».
Rajoy se ha referido a «dos buenas noticias en España». La primera, la información del Banco de España, que ha señalado que la economía española ha crecido el 0,5 por ciento. «Hace que mantengamos la confianza en las previsiones que hicimos», ha señalado. «El crecimiento se mantiene sólido y está ayudando a crear empleo». Esa es la segunda noticia «importante y positiva» conocida hoy: «el mejor dato de destrucción de desempleo en el tercer trimestre desde que hay serie histórica».
«Por mucho que hagamos, el camino en el crecimiento y competitividad no lo podemos hacer aisladamente. Las instituciones de la UE tiene que hacer más y más rápido para avanzar en el mercado interior», ha señalado.
A la vista de los invitados en las 64 ediciones anteriores, ha agradecido el honor por permitirle intervenir en esta institución, en la apertura de un curso académico cuya promoción lleva el nombre de dos jueces italianos: Falcone Bosellino. Destacó que este Colegio de Europa fue fundado por un paisano suyo, don Salvador de Madariaga. «Fue gallego, profundamente español y apasionadamente europeo, y tuvo una lúcida intuición y dijo que Europa no sería una realidad hasta que no lo fuera en la conciencia de los ciudadanos, con un objetivo común».
La inauguración del curso académico ha tenido lugar este jueves en la Iglesia de Santa Walburga, en Brujas. Un templo barroco construido a mediados del siglo XVII, perfectamente conservado. En el altar mayor, enmarcado en negro y oro, y apoyada sobre columnas blancas, se encuentra una pintura de la Ascensión de Cristo. El púlpito es de madera y mármol. Y en ese escenario religioso, ante más de 300 alumnos, Rajoy pronunció su discurso de apertura del curso, como invitado de honor. En años anteriores, otras personalidades han participado en este acto solemne, como Angela Merkel, y el presidente Napolitano.
El Colegio de Europa es una prestigiosa institución universitaria de posgrado especializada en la investigación y enseñanza de Derecho, la Economía y la Ciencia Política. Tiene su origen en 1948, cuando Salvador de Madariaga, durante el Congreso de La Haya, propuso la creación de un instituto de estudios de postgrado donde los estudiantes de diferentes países de Europa pudiera estudiar y vivir juntos. Cada año tiene unos 450 alumnos de más de 50 países diferentes de los que 314 estudian en la sede de Brujas (Bélgica), y otros 140 lo hacen en el campus que la institución tiene en las afueras de Varsovia, en el antiguo palacio de Natolin.
Entre sus antiguos alumnos hay numerosos políticos, economistas, diplomáticos y altos funcionarios europeos. Destacan el primer ministro de Finlandia, Alex Stubb; la primera ministra de Dinamarca, Helle ThorningSchmidt; el viceprimer ministro británico, Nick Clegg; el exvicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, y Louise Fréchette, vicesecretaria general de Naciones Unidas.ABC
