El presidente de Seat garantiza las inversiones de 3.300 millones
Jürgen Stackmann, presidente de Seat, aseguró ayer que el escándalo de los motores diésel manipulados de Volkswagen no afectará a los planes de la filial española, que contemplan una inversión de 3.300 millones de euros hasta 2019 y el lanzamiento de cuatro vehículos en dos años. Seat intentó calmar los ánimos de la plantilla y, de paso, evitar una caída de las ventas de sus vehículos vinculada a la pérdida de confianza de los consumidores en los próximos meses.
“Tenemos un plan claro, un plan fuerte de marca, y se mantendrá sólido”, afirmó el presidente de la compañía en una entrevista ofrecida a Europa Press, un día después de que la compañía admitiera a EL PAÍS que Seat montaba los propulsores de la serie AE189, los mismos que han sumido a Grupo Volkswagen en una crisis de dimensiones inéditas en el consorcio. El mensaje de que se mantendrán las inversiones concretadas hace dos semanas es el mismo que el Ministerio de Industria y la Generalitat aseguran haber recibido en los últimos días.
Ante la desconfianza de los conductores, Stackmann insistió, como la empresa, que todos los vehículos vendidos de Seat con esos motores “son absolutamente seguros para la circulación”. Y se remitió a la investigación que está llevando a cabo Volkswagen para que, a su conclusión, se puedan dar los datos “sobre el número y los detalles de los coches afectados”.
Dos responsables de la dirección se reunieron por la tarde con el comité de empresa en un intento de calmar a la plantilla y para comunicar que están a la espera de los pasos que dé la casa matriz en los próximos días. Tras la reunión, Seat hizo un comunicado que se colgó en los centros de trabajo y en la intranet de Seat.
Llamamiento a la calma
En él se hace “un llamamiento a la calma” y avisa de que solo cuando la investigación interna haya finalizado se podrá informar a la plantilla, a los clientes y a la opinión pública. En el mismo sentido que Stackmann, aseguraba que Volkswagen se encargará de asumir cualquier coste relacionado con las revisiones que se realizarán en los vehículos afectados.
Fuentes del comité de empresa señalaron que existe el temor en la compañía de que la crisis de los motores diésel afecte en los próximos meses y trunque la buena evolución de ventas de los modelos de la compañía. Entre enero y agosto, el Seat León y el Seat Ibiza se encuentran entre los tres más vendidos de España, según los datos de Anfac.
“Nos sentimos un poco engañados como trabajadores y como marca”, afirmó ayer el presidente del comité de empresa de la compañía española, Matías Carnero. Era una muestra más del clima de incertidumbre en el que se encuentra la plantilla, que teme que el escándalo de los motores afecte al empleo en la fábrica de Martorell (Barcelona). Carnero aseguró ayer el comité estudiará personarse en la causa penal por la manipulación de once millones de motores diésel que ha acabado salpicando a la firma española.
Los sindicatos presentes en el comité de empresa de Seat temían que la crisis se lleve por delante alguno de los proyectos que la compañía española tiene en cartera para los próximos cuatro años. Descarta que caigan los lanzamientos del todocamino ligero (SUV) que se prevé presentar en marzo, durante el Salón de Ginebra, y del nuevo Ibiza. Ambos modelos están muy avanzados y el primero se empezará a comercializar el próximo año. Pero sí temen por un tercer proyecto, el segundo SUV que tendría que construir la marca, el mayor de la familia de tres modelos que tiene en mente la compañía y que tendría unas líneas parecidas a las del showcar 20V20 que la marca muestra en los salones especializados.
Según los miembros sindicales, Grupo Volkswagen tendría que decidir en una reunión del próximo mes de noviembre los nuevos modelos que desarrollarán sus marcas. Las provisiones que ha anunciado que hará el consorcio alemán para enjugar las pérdidas generadas por el caso del motor AE189 podrían acabar afectando también a Seat. Tanto con el lanzamiento de nuevos volúmenes como en la cuenta de resultados.
EL PAIS
