El presidente de CVG Alcasa, Elio Sayago, acompañado de Consejos Comunales intenta recuperar la fábrica, tomada por los trabajadores y líderes del Movimiento 21 quienes le impiden el ingreso.
Tensa calma se registra en la estatal reductora de aluminio primario que este jueves amaneció militarizada. Los portones de Alcasa fueron rodeados por personas ajenas a la planta quienes acompañaron a Sayago.
“Estos dirigentes del Movimiento 21 quienes dicen llamarse revolucionarios, disfrazados con franelas rojas, no son más que emisarios de grupos de oposición y transnacionales que quieren crear el caos en Alcasa y el resto de las empresas básicas de Guayana pero el pueblo hoy está reclamando su empresa patrimonio de todos los venezolanos", dijo el presidente de la estatal, quien fue destituido a través de un referéndum consultivo por los trabajadores de la fábrica quienes calificaron su gestión de ineficiente.
Los portones de Alcasa son custodiados por trabajadores, las instalaciones permanecen militarizadas para garantizar la seguridad. “Sayago no representa a los trabajadores, el destruyó la empresa, quienes la hemos rescatado somos los trabajadores. Nosotros no pertenecemos a ningún grupo opositor", dijo Arquímedes Hidalgo, representante del Movimiento 21 y dirigente de Sintralcasa.
Ambos grupos se atribuyen el haber logrado que el Gobierno nacional bajara 403 millones de dólares para el pago de pasivos y la compra de materia prima recursos que aun no se han invertido en la planta.
Tensa calma se registra en la estatal reductora de aluminio primario que este jueves amaneció militarizada. Los portones de Alcasa fueron rodeados por personas ajenas a la planta quienes acompañaron a Sayago.
“Estos dirigentes del Movimiento 21 quienes dicen llamarse revolucionarios, disfrazados con franelas rojas, no son más que emisarios de grupos de oposición y transnacionales que quieren crear el caos en Alcasa y el resto de las empresas básicas de Guayana pero el pueblo hoy está reclamando su empresa patrimonio de todos los venezolanos", dijo el presidente de la estatal, quien fue destituido a través de un referéndum consultivo por los trabajadores de la fábrica quienes calificaron su gestión de ineficiente.
Los portones de Alcasa son custodiados por trabajadores, las instalaciones permanecen militarizadas para garantizar la seguridad. “Sayago no representa a los trabajadores, el destruyó la empresa, quienes la hemos rescatado somos los trabajadores. Nosotros no pertenecemos a ningún grupo opositor", dijo Arquímedes Hidalgo, representante del Movimiento 21 y dirigente de Sintralcasa.
Ambos grupos se atribuyen el haber logrado que el Gobierno nacional bajara 403 millones de dólares para el pago de pasivos y la compra de materia prima recursos que aun no se han invertido en la planta.
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