Humberto Prado, del Observatorio Nacional de Prisiones, denunció hoy la muerte de dos privados de libertad, quienes, según lo señalado por Prado, murieron por el abandono, los maltratos y las malas condiciones en las que se encontraban. Los occisos estaban retenidos en la División de Captura del CICPC en el Rosal.
Prado afirmó que lo que ocurrió corrobora la situación de hacinamiento y el irrespeto que muestra el estado a los Derechos Humanas del privado de libertad. Además de eso, Prado dijo que el sistema penitenciario está mal dirigido pues no deberían tenerse recluidas a personas en un sitio que no está habilitado para ello. “En la sede del CICPC hay más de 200 personas y son tres calabozos, y sólo deberían haber 25 personas”, dijo.
Prado también dijo que los agentes del CICPC no tienen la preparación para atender a las personas privadas de libertad pues su función es la investigación. “No les dan comida, no les atención médica, es necesario descongestionar este tipo de establecimientos”.
Prado afirmó que, independientemente de la clase social que tenga el recluso, el Estado tiene el deber de garantizarle la vida.
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