Pese a la muerte de Osama bin Laden, la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) sigue dando guerra. Por primera vez este año, el Ejército de Mauritania ha cruzado la frontera del vecino Malí para atacar, el pasado fin de semana, a la katiba (cuadrilla) Alvourghan de la organización terrorista.
El presidente mauritano, el general Mohamed Ould Abdelaziz, declaró a principios de mes a la agencia France Presse que, tras la retirada de sus tropas de Malí, AQMI había aprovechado el vacío para instalarse en el bosque de Wagadou, muy cerca de la frontera. Tres semanas después, Abdelaziz ha decidido ir a por los terroristas. Aunque el presidente mauritano se encuentra de viaje en Sudáfrica, unidades de élite del Ejército atacaron un campamento de AQMI en esa zona que dirigía un terrorista mauritano. No está claro si el Ejército de Malí ha apoyado a las tropas mauritanas en esta ofensiva.
El grueso de los combates se desarrolló en la noche del viernes al sábado. Los enfrentamientos continuaron, con menos intensidad, ayer. Aviones de reconocimiento mauritanos sobrevolaban también el área en busca de terroristas.
Dos coroneles de las Fuerzas Armadas mauritanas afirmaron que 15 militantes de Al Qaeda y dos soldados fallecieron en la operación. La agencia de prensa independiente ANI señaló que el sábado llegaron a Bassiknou (este de Mauritania) cuatro militares heridos. Al Qaeda indicó, según la agencia ANI, que sus hombres fueron atacados por una columna de 17 vehículos de los que lograron destruir una docena.
La primera incursión del Ejército mauritano en territorio de Malí se remonta a julio de 2010. Con el apoyo de fuerzas de élite francesas atacaron a una célula de Al Qaeda con la esperanza de liberar al rehén francés Michel Germaneau. La operación fracasó y Germaneau, que estaba cautivo en otro lugar, fue decapitado a las 48 horas.
La rama magrebí de la organización terrorista tiene ahora en su poder a cuatro rehenes franceses capturados en Níger y a una turista italiana apresada en el sur de Argelia. Los secuestros de occidentales en el Sahel, a los que trasladan a sus guaridas en Malí, constituyen su principal fuente de financiación.
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