(EFE).- El ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, afirmó hoy que su país seguirá enviando los 1,2 millones de barriles que diariamente vende a Estados Unidos, después de que ese país anunciara sanciones contra la petrolera estatal venezolana (Pdvsa).
“Nosotros somos serios y vamos a seguir enviando” esa cantidad, “pero la pregunta es: ¿Nos van a hacer daño con sus medidas para poder garantizar ese envío de petróleo? Es algo que vamos a determinar” los venezolanos y no los estadounidenses, dijo Ramírez en un discurso televisado.
El Departamento de Estado de EE UU anunció el pasado martes esas sanciones contra siete empresas internacionales, entre ellas Pdvsa, por apoyar el sector energético de Irán, aunque Ramírez confirmó que ello no afecta los 1,2 millones de barriles que Washington compra diariamente a Venezuela.
Las palabras de Ramírez confirman la postura venezolana manifestada en la víspera por el canciller Nicolás Maduro, quien consideró que la suspensión del envío de petróleo es una medida para “momentos extremos”.
“Nos tiraron duro, nos tiraron el tema de la financiación, nos tiraron a sus contratos de apoyo tecnológico, solo que el presidente Hugo Chávez tiene años instruyéndonos a nosotros, y así lo hemos hecho, de no depender” de Estados Unidos, dijo Ramírez al subrayar la importancia de las sanciones.
Washington decidió el pasado martes inhabilitar a Pdvsa para firmar contratos con la Administración estadounidense y para recibir financiación de ese país en sus operaciones de importación y exportación, lo que no existe desde hace un lustro.
Estas medidas “no nos hacen daño, no porque el imperialismo quiera que no nos hagan daño, sino porque nosotros hemos trabajado para que no nos hagan daño, hemos trabajado para no depender de ellos (…) no se trata de que quisieron pegar flojito”, insistió.
El ministro recordó que hasta la llegada de Chávez a la Presidencia, en 1999, Pdvsa y toda la industria petrolera del país dependía de empresas estadounidenses, lo que paulatinamente ha disminuido debido a la actual política nacional de diversificación.
De no haber sido así, la sanción hubiese paralizado a la industria petrolera nacional, advirtió.
“Para cualquier otro país sería muy fuerte, solo que nosotros hace tiempo dejamos el tutelaje que tenía la industria petrolera de Estados Unidos y eso poca gente lo sabe”, dijo.
A los estadounidenses “no les gusta que seamos soberanos, por eso les decimos al carajo con lo que quiere el imperialismo“, agregó.
“¿Quién nos va a dictar la pauta? ¿Los gringos, nuestros verdugos? ¡No, jamás lo harán!”, insistió.
Tras repetir la condena oficial de Venezuela a las sanciones de Estados Unidos y al “anhelo imperial de dictar leyes al mundo entero”, Ramírez subrayó que al ser una empresa del Estado, Pdvsa “debe gozar de inmunidad jurisdiccional”.
“No puede estar sujeta a ningún tipo de sanción de potencia extranjera”, sostuvo.
Las manifestaciones populares de seguidores de Chávez que se repiten en varias ciudades venezolanas desde el pasado miércoles culminarán el próximo domingo con una “gran concentración” en el centro de Caracas, confirmó Ramírez al llamar a que participen en ella “todos los venezolanos”.
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