Familiares de los detenidos en la División de Capturas del Cicpc de El Rosal que fallecieron ayer expresaron su desacuerdo con las causas de muerte presuntas señaladas ayer por el subdirector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Nancy Tovar, madre de William Pérez, uno de los muertos en los calabozos del Cicpc, pidió que el fallecimiento de su hijo se aclare porque no era un delincuente y no poseía antecedentes policiales. Tovar teme que lo hayan asesinado porque querían que dijera algo.
La madre de Pérez denunció que, según le comentaron, a su hijo le echaron insecticida en el rostro y le pusieron una bolsa plástica en la cabeza.
Por su parte, una prima de Pérez aseguró que lo vio horas antes de su muerte en perfecto estado de salud y sin señales de violencia, pero que el cadáver fue entregado con muchos moretones.
También aseguró que su primo no había consumido nada y que cualquier sustancia en su cuerpo se la habría dado la propia policía. El subdirector de la policía científica, Alvin Pinto, había dicho ayer, luego del examen forense, que las personas muertas “habían consumido algún tóxico” y al llegar al calabozo entraron en pánico por el encierro y convulsionaron.
Pinto identificó a los reos fallecidos como William Nazareth Pérez Tovar y Pedro Cirpriano Rivero Rivas; aseguró que ambos estaban señalados de haber cometido presuntamente varios delitos. Un tercer detenido estuvo ayer convaleciente en el Hospital de El Llanito con una fractura craneoencefálica y falleció en horas de la noche.
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